Consejos para disfrutar las fiestas con bebés sin sobrecargas

- Autor: CQAP StaffÚltima Actualización: 2025-12-18 - 22:47:00
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- Las fiestas de fin de año pueden ser complicadas con bebés. Laura Krochik ofrece consejos para disfrutar sin sacrificar el bienestar familiar.
Las fiestas de fin de año suelen llegar envueltas en luces, reencuentros y expectativas. Sin embargo, para las familias que tienen bebés, el clima festivo puede convivir con un elemento menos visible: el cansancio acumulado de los adultos, la presión de llegar a todo y la tensión que generan entornos llenos de ruidos, gente y estímulos que los más pequeños aún no pueden procesar. En este contexto, Laura Krochik, especialista en crianza y vínculos, ofrece consejos valiosos sobre cómo organizar las celebraciones y proteger el bienestar de los más pequeños.
Según Krochik, los bebés no entienden de calendarios ni tradiciones. Entienden de sensaciones, de seguridad y de presencia emocional. Y cuando el mundo exterior se acelera, su sistema nervioso —aún inmaduro— se ve obligado a adaptarse a un ritmo que no eligió. Por lo tanto, el verdadero desafío de las primeras fiestas no es simplemente organizar la mesa familiar, sino asegurar el bienestar del bebé sin que eso implique que los adultos deban sacrificar el propio. Las celebraciones deben ser encuentros, no pruebas de resistencia, y es esencial encontrar un equilibrio.
Para lograrlo, la especialista brinda varios consejos prácticos. Primero, sugiere reducir los estímulos y proporcionar muchas certezas. Los bebés pequeños tienden a desregularse fácilmente ante ruidos, luces y múltiples brazos desconocidos. Por lo tanto, es fundamental elegir momentos tranquilos, mantener rutinas básicas y priorizar el contacto con sus figuras de apego, ya que esto puede marcar una gran diferencia en su bienestar emocional.
Otro aspecto importante es el respeto por el ritmo del bebé. Esto significa que no importa la hora del brindis si el bebé necesita dormir. La función de los adultos es leer ese ritmo y acomodar la celebración a lo que el niño puede sostener, en lugar de forzar al bebé a adaptarse a un horario que no le corresponde. Respetar sus necesidades es clave para que todos puedan disfrutar de la festividad.
Además, es recomendable preparar espacios seguros y tranquilos donde el bebé pueda descansar, alimentarse y desconectarse del bullicio. Este tipo de cuidado no solo beneficia al bebé, sino que también permite a los adultos tomar un respiro y disfrutar del momento sin la presión de estar constantemente en movimiento.
Finalmente, Krochik enfatiza que los adultos también tienen necesidades que deben ser atendidas. El bienestar familiar no se construye a través del sacrificio, sino desde la coherencia. Un adulto agotado, tenso o tratando de cumplir con todas las expectativas difícilmente podrá acompañar con calma a un bebé. Por lo tanto, no se trata de hacer todo perfecto, sino de elegir lo que es posible sin culpa, sosteniendo lo esencial: el vínculo familiar. Celebrar es importante, pero sobrecargar a la familia no lo es. Las fiestas deben ser un espacio donde el bebé encuentre amor y un entorno adecuado, y donde los adultos puedan liberarse de la presión de tengo que estar en todas. En su lugar, deben preguntarse: ¿Qué necesita hoy mi bebé? ¿Y qué necesito yo para acompañarlo bien? Cuidar ese equilibrio es, quizás, el mejor regalo que una familia puede hacerse para cerrar el año.