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    • Ciberseguridad y la inteligencia artificial: nuevos retos en la protección de datos

    • Autor: CQAP Staff
      Última Actualización: 2025-12-09 - 22:06:00
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    • La ciberseguridad enfrenta desafíos críticos en la era de la inteligencia artificial, donde el comportamiento humano se convierte en un punto vulnerable.
    • La ciberseguridad ha recorrido un largo camino en los últimos 30 años, transformándose de una disciplina que lidiaba con virus rudimentarios y ataques aislados a un campo complejo donde el ransomware se ha convertido en la principal preocupación para pequeñas empresas y pymes, según un informe de Canalys. Este cambio ha sido impulsado por la evolución de las amenazas y la forma en que los atacantes buscan monetizar sus esfuerzos. Mientras que en el pasado los ataques se centraban más en vulnerabilidades técnicas, hoy en día, los cibercriminales han aprendido a aprovechar el comportamiento humano para eludir las defensas tradicionales.

      Las tecnologías de ciberseguridad han estado diseñadas para crear una barrera entre los atacantes y las aplicaciones, utilizando firewalls perimetrales y soluciones antivirus que protegen dispositivos en red. Sin embargo, el enfoque ha cambiado drásticamente. Los atacantes no solo intentan superar estas barreras, sino que a menudo recurren a técnicas de phishing, manipulando a los usuarios para que entreguen acceso a sistemas críticos. Este cambio ha llevado a que las organizaciones reevalúen sus estrategias de ciberseguridad, ya que las mismas herramientas que se han implementado para protegerse pueden ser eludidas mediante tácticas que explotan la confianza y la falta de conciencia de los empleados.

      El avance de la inteligencia artificial está revolucionando el panorama de la ciberseguridad, permitiendo a los atacantes automatizar sus esfuerzos. En lugar de depender de la habilidad manual de un hacker, ahora pueden utilizar IA agéntica para llevar a cabo ataques complejos de manera más eficiente. Un ejemplo reciente de esto se observó en un ciberataque agéntico dirigido a Anthropic, donde el perfil de los atacantes también ha evolucionado. Esto plantea la pregunta de si las organizaciones necesitarán adoptar más proveedores de ciberseguridad para combatir estos nuevos tipos de amenazas. Según Canalys, muchas empresas ya trabajan con más de cinco proveedores, lo que puede complicar la gestión de la seguridad informática.

      Desde la perspectiva de WatchGuard, es fundamental que las organizaciones no solo busquen agregar más herramientas tecnológicas, sino que también se enfoquen en modernizar su arquitectura de ciberseguridad. Con presupuestos de TI cada vez más ajustados, es probable que el gasto en ciberseguridad siga aumentando. En este contexto, se sugiere que las empresas deben centrarse en la unificación de herramientas que utilicen IA y machine learning, lo que podría reducir la cantidad de proveedores y liberar recursos para que los equipos de seguridad sean más proactivos.

      En cuanto a las estrategias a implementar, es vital reconocer que los actores de amenazas, ya sean humanos o agénticos, necesitan acceder a la red objetivo para tener éxito. Esto significa que los ataques se dirigen a aplicaciones en la nube y a usuarios remotos que a menudo carecen de las herramientas necesarias para filtrar amenazas. Por lo tanto, es crucial rediseñar la protección del tráfico de red, abarcando desde las redes internas hasta los usuarios en sus hogares, utilizando arquitecturas como SASE y mejorando las VPN para evitar ataques a las SSL VPN tradicionales.

      Además, la autenticación de las conexiones a las aplicaciones debe ser robusta, verificando continuamente tanto la identidad de los usuarios como la de los dispositivos que acceden a la red. Por último, la creación de un centro de operaciones de seguridad autónomo, impulsado por IA, permitirá a los expertos afinar los procesos de seguridad sin quedar atrapados en bucles de respuesta ineficaces. En conclusión, la ciberseguridad continuará evolucionando con los avances tecnológicos, pero la importancia de la higiene digital y la conciencia del usuario seguirá siendo un pilar fundamental en la defensa contra las amenazas emergentes.