Ciudades de refugio revela un oscuro secreto en un pueblo argentino

En una noche oscura y tormentosa, el médico Walter Boscovich se ve obligado a abandonar su hogar y huir desesperadamente hacia un pueblo que promete refugio. Este evento, que se convierte en un punto de inflexión en su vida, establece las bases para una historia que se desarrollará a lo largo de veinticinco años. El tiempo transcurre, y el pueblo, que una vez fue un lugar de seguridad, se transforma en el escenario de un crimen que conmueve a sus habitantes. Un asesinato brutal sacude la tranquilidad del lugar, y la joven oficial Domig es asignada para investigar el caso, mientras asume el complicado rol que dejó vacío el policía que fue asesinado.

La oficial Domig, interpretada por la talentosa Stefanía Roitman, se enfrenta a un desafío monumental. Lo que inicialmente parece ser un caso más dentro de su carrera se convierte rápidamente en un laberinto de intrigas y secretos oscuros. Su primer objetivo es esclarecer las circunstancias que rodean la muerte del oficial, pero lo que descubre es mucho más que un simple homicidio. A medida que profundiza en la investigación, se da cuenta de que los ecos del pasado de Boscovich están inextricablemente ligados a su presente, y que cada pista que sigue la lleva a un descubrimiento impactante.

La dirección de Rodrigo Fernández Engler logra capturar la esencia de un pueblo que, a pesar de su aparente tranquilidad, guarda secretos que podrían cambiar la vida de sus habitantes para siempre. La atmósfera tensa y opresiva se siente en cada escena, mientras Domig navega por un terreno peligroso, donde la verdad parece estar siempre un paso adelante de ella. La historia entrelaza la vida de Boscovich con la de la oficial, mostrando cómo las decisiones del pasado pueden repercutir en el presente de maneras inesperadas.

A medida que avanza la trama, el espectador se adentra en la psique de la oficial, quien no solo busca justicia para el policía caído, sino que también se enfrenta a sus propios demonios. La presión de resolver el caso se intensifica, especialmente cuando comienzan a surgir conexiones insospechadas entre los personajes del pueblo y el oscuro pasado de Boscovich. La tensión narrativa se mantiene a lo largo de los 97 minutos de duración de la película, manteniendo a la audiencia al borde de sus asientos.

La actuación de Osvaldo Santoro como el médico huido es fundamental para entender la complejidad del personaje y su relación con el pueblo. Su presencia en la narrativa es casi fantasmagórica, simbolizando los secretos que todos prefieren mantener ocultos. La revelación de estos secretos se convierte en el motor de la historia, llevando a Domig a cuestionar no solo su papel como oficial de policía, sino también su propia identidad y lealtades.