Desbarrancada: Un viaje al oscuro corazón de Argentina en 1977

En el contexto de Argentina en 1977, la historia de Gina se desarrolla en un país marcado por la represión y el temor. Gina es una mujer que anhela ser madre junto a su esposo Carlos, un empresario con conexiones sospechosas con el ejército. Sin embargo, su vida da un giro inesperado cuando se siente atraída por el cuidador de caballos, lo que la lleva a embarcarse en un apasionado romance que desafía las normas de su tiempo. Este triángulo amoroso no solo pone en peligro su relación con Carlos, sino que también la sumerge en un mundo de incertidumbre y peligro.

A medida que la trama avanza, Gina se ve confrontada con la dura realidad de su entorno. La desaparición de su amiga, quien fue secuestrada por fuerzas represivas, la impulsa a buscar ayuda. En su búsqueda, se encuentra con un capitán que parece ser su única esperanza. Sin embargo, esta búsqueda de apoyo se convierte rápidamente en una trampa peligrosa que amenaza no solo su vida, sino también su libertad. La tensión se intensifica cuando Gina se da cuenta de que cada decisión que toma puede tener consecuencias fatales.

La dirección de Guadalupe Yepes logra capturar la esencia de la angustia y el desasosiego de la época. La película no solo explora el amor y la traición, sino que también pone de relieve la lucha de las mujeres en un contexto de opresión. Gina, interpretada magistralmente por Carla Pandolfi, se convierte en un símbolo de resistencia y valentía, desafiando las expectativas de la sociedad mientras navega por un camino lleno de obstáculos. La relación de Gina con Carlos, interpretado por Luis Machín, se torna cada vez más compleja a medida que sus secretos y mentiras salen a la luz.

El ambiente tenso se ve reflejado en cada escena, donde la cinematografía y la música se entrelazan para crear una atmósfera que mantiene al espectador al borde de su asiento. La historia de Gina no es solo una narrativa personal, sino un reflejo de la lucha colectiva de un país que busca recuperar su libertad. A través de su viaje, la película invita a la reflexión sobre el costo de la libertad y las decisiones que se deben tomar para alcanzarla.

Con una duración de 90 minutos, Desbarrancada logra mantener un ritmo constante, llevando al espectador a través de los altibajos emocionales de sus personajes. Cada actor, desde Pepe Monje hasta Corina Romero, contribuye a la profundidad de la historia, haciendo que el público se sienta inmerso en los dilemas morales y éticos que enfrentan. La actuación de Gilda Scarpetta y Elvira Onetto añade capas adicionales de complejidad a la narrativa, haciendo de esta película una experiencia cinematográfica inolvidable.