• ENTRETECHISME
  • LA VIDA MODERNA DE ANALIA
  • VIAJAR CONSENTIDOS
  • SOLO PARA SIBARITAS
  • VEO MARAVILLAS

  • Actualidad
  • Opinión
  • Empresas y Protagonistas
  • Estilos de Vida
  • Espectáculos
  • Especiales
  • Staff
    • El secreto de una piel sana: cómo la Epigenética está reescribiendo las reglas del envejecimiento

    • CQAP Medios brinda este servicio de forma gratuita. Si comparte el link para hacernos conocer entre sus amigos nos brinda una gran ayuda para continuar trabajando.
    • Dr. Pablo Riccardi, presidente de Fimon y speaker de mesoestetic® MN 101346 Durante décadas, la creencia popular era que la apariencia de nuestra piel...
    • Dr. Pablo Riccardi, presidente de Fimon y speaker de mesoestetic® MN 101346

      Durante décadas, la creencia popular era que la apariencia de nuestra piel y la velocidad a la que envejecía estaban selladas en nuestro ADN. Sin embargo, la ciencia ha desvelado un secreto mucho más poderoso y esperanzador: más del 80% del envejecimiento de la piel no se debe a la genética, sino a factores externos, hábitos de vida y emociones. Este descubrimiento es el núcleo de la epigenética, la ciencia que explica cómo podemos influir en el comportamiento de nuestros genes para mantener una piel visiblemente más joven.

      1. No es solo tu ADN, es cómo se "interpreta" la partitura

      La epigenética es la ciencia que estudia los mecanismos que regulan la expresión de los genes sin alterar la secuencia del ADN. Imagina que tu genoma es la "partitura" de una sinfonía, idéntica en cada una de tus células. El epigenoma, en cambio, es la "interpretación" de esa partitura: le dice a cada gen cuándo debe "sonar" (activarse) y cuándo debe "callar" (silenciarse).

      Estos "interruptores" genéticos son modificaciones químicas, como la metilación del ADN o las modificaciones de histonas, que responden a estímulos ambientales. Por lo tanto, el secreto de una piel joven no está en cambiar los genes, sino en aprender a modular su expresión para potenciar su mejor versión.

      2. El "Exposoma": Los factores que activan los genes del envejecimiento

      Los factores externos que influyen en nuestro epigenoma se conocen como "exposoma" y son los verdaderos catalizadores del envejecimiento cutáneo. Nuestro estilo de vida diario-activa marcadores epigenéticos que aceleran la aparición de arrugas, flacidez y falta de luminosidad.

      Los factores clave que podemos controlar son:

      • Exposición solar y ambiental: La radiación UV es un potente activador de genes asociados al fotoenvejecimiento. Usar protector solar diariamente es un gesto epigenético crucial para proteger la piel. La polución y la luz azul también generan estrés oxidativo que daña la piel.

      • Alimentación: Una dieta rica en antioxidantes, como los que se encuentran en frutas y verduras, activa genes que combaten el daño oxidativo. Por el contrario, una dieta alta en carbohidratos y grasas de mala calidad puede acelerar el envejecimiento.

      • Sueño de calidad: Un buen descanso estimula la expresión de genes que reparan la barrera cutánea y mejoran la elasticidad de la piel. La falta de sueño interrumpe el ritmo circadiano de la piel, debilitando su función de barrera y aumentando el estrés oxidativo.

      • Ejercicio: La actividad física regular incrementa la oxigenación y activa genes que promueven la regeneración celular.

      • Estrés: El estrés crónico y los traumas pueden acelerar el envejecimiento biológico a nivel celular, dejando una "marca" en nuestro epigenoma.

      3. La Revolución Cosmética: Productos que "dialogan" con tus genes

      El mayor avance en el cuidado de la piel es la epicosmética: una nueva generación de productos diseñados para actuar a nivel molecular y modificar positivamente la expresión de los genes. Estos cosméticos contienen "ingredientes activos inteligentes" que funcionan como estímulos externos para:

      • Activar los "genes de la juventud": Ayudan a que la piel recupere su actividad regenerativa y se comporte como si fuera más joven.

      • Aumentar la producción de colágeno y elastina: No solo aportan estos componentes, sino que van al origen, estimulando la expresión génica para que la propia piel los produzca en mayor cantidad.

      • Proteger y reparar el ADN: Neutralizan los radicales libres y activan los mecanismos de reparación celular.

      4. Activos Epigenéticos Clave para una Piel Joven

      La investigación ha identificado ingredientes específicos con acción epigenética demostrada:

      • Ácido Shikímico: Este compuesto protege las células de la senescencia (envejecimiento celular) inducida por los rayos UV. Lo logra activando la SIRT1, conocida como la "proteína de la juventud", que prolonga la longevidad celular y favorece la reparación del ADN.

      • Ácido Maslínico: Aumenta la expresión de genes estructurales clave para la hidratación, firmeza y redensificación de la piel, como el ácido hialurónico, el colágeno y la elastina.

      • Dihidromiricetina (DHM): Este flavonoide natural ha demostrado ser un inhibidor de la enzima DNMT1, responsable de la metilación del ADN. Al reducirla, puede reactivar genes silenciados implicados en la reparación y regeneración celular.

      • Retinoides y Retinal: Son conocidos por modular la expresión génica relacionada con la producción de colágeno y la renovación celular. Fórmulas avanzadas los combinan con complejos epigenéticos para potenciar los resultados.

      • Otros activos: Péptidos biomiméticos, resveratrol, curcumina, niacinamida (vitamina B3) y extractos botánicos como la centella asiática también son comunes en la epicosmética por su capacidad para regular la expresión génica.

      5. El Futuro es Personalizado: Tratamientos a la medida de tu epigenoma

      El secreto definitivo para una piel joven es la personalización. La epigenética permite ir más allá de tratamientos genéricos. Mediante herramientas como los relojes epigenéticos, que miden la edad biológica a nivel celular analizando la metilación del ADN, es posible:

      • Diagnosticar con precisión: Identificar qué factores del estilo de vida inciden más en el envejecimiento de cada persona.

      • Diseñar protocolos únicos: Ajustar tratamientos estéticos (láser, radiofrecuencia) y cosméticos a las necesidades reales de la piel de cada individuo.

      • Medir la eficacia real: Comprobar si un tratamiento o cambio de hábitos está realmente revirtiendo o frenando el envejecimiento a nivel molecular.

      En conclusión, el verdadero secreto de una piel joven no es una fórmula mágica, sino la capacidad que nos otorga la epigenética para tomar el control. Adoptando hábitos saludables y utilizando productos de acción epigenética, podemos "dialogar" activamente con nuestros genes, silenciando los que aceleran el envejecimiento y activando los que promueven la regeneración, la luminosidad y la firmeza.