La historia detrás de la ausencia de bolsillos en la ropa de mujer
- Autor: Staff CQAPÚltima Actualización: 2025-09-18 - 01:58:00
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- A lo largo de la historia, la falta de bolsillos en la ropa de mujer ha reflejado una desigualdad de género que persiste hasta hoy.
La ausencia de bolsillos en la ropa de mujer es un tema que ha suscitado debate a lo largo de los siglos. Desde el siglo XVII, cuando los hombres disfrutaban de la comodidad y funcionalidad de los bolsillos, las mujeres se veían obligadas a usar unas bolsas conocidas como "pockets". Estas se ataban a la cintura y se escondían bajo las faldas, lo que las hacía incómodas y poco prácticas. Para acceder a ellas, era necesario levantar la falda, lo que no solo resultaba incómodo, sino que también limitaba la movilidad y la libertad de las mujeres. Con el paso del tiempo, la situación no mejoró; la moda se ajustó cada vez más al cuerpo femenino y los "pockets" fueron desapareciendo, asociando la delgadez con la belleza y relegando la funcionalidad a un segundo plano.
A inicios del siglo XX, las sufragistas comenzaron a desafiar estas normas de vestimenta con lo que se conoció como "suffragette suits", trajes de dos piezas que incluían múltiples bolsillos visibles. Este cambio en la moda no solo representaba un avance en la vestimenta, sino también un símbolo de autonomía y empoderamiento femenino. Las mujeres empezaban a reclamar su derecho a la funcionalidad en la ropa, mostrando que la moda podía ser tanto estética como práctica. Sin embargo, este avance fue efímero, ya que tras la Primera Guerra Mundial, cuando muchas mujeres ingresaron al mundo laboral, la moda volvió a despojar a la vestimenta femenina de su funcionalidad.
En la década de 1940, la llegada del "New Look" de Christian Dior marcó un nuevo rumbo en la moda. Este estilo, que enfatizaba la cintura y presentaba faldas largas y plisadas, también carecía de bolsillos. A pesar de que las mujeres estaban trabajando en fábricas y necesitaban ropa que les facilitara sus labores, la moda seguía priorizando la estética sobre la funcionalidad. Así, la falta de bolsillos se convirtió en un símbolo de cómo la industria de la moda reflejaba y perpetuaba las desigualdades de género.
Hoy en día, la situación no ha cambiado significativamente. Estudios recientes han demostrado que los bolsillos de la ropa de mujer son, en promedio, un 40% más pequeños que los de los hombres. Esta diferencia no es solo una cuestión de diseño; refleja una mentalidad que sigue valorando la estética por encima de la funcionalidad. Los bolsillos pequeños o incluso falsos obligan a las mujeres a depender de otros accesorios, como carteras, para llevar sus pertenencias, lo que limita su libertad y autonomía. La moda parece haber decidido que los bolsillos grandes desvían la atención y que, en prendas ajustadas, pueden deformar la figura, lo cual plantea la pregunta: ¿es esta realmente una justificación válida?
Es crucial que al salir, especialmente en compañía de hombres, se tome conciencia de esta desigualdad. Mientras ellos pueden guardar sus objetos en sus amplios bolsillos, muchas mujeres deben cargar con carteras, lo que representa una carga adicional. Este pequeño detalle es un reflejo de una desigualdad más profunda que se manifiesta en diferentes ámbitos de la vida cotidiana. La lucha por la igualdad de género no solo se libra en el ámbito laboral o político, sino también en lo que vestimos y cómo se nos permite interactuar con el mundo a nuestro alrededor.
En conclusión, la historia de los bolsillos en la ropa de mujer es un microcosmos de la lucha por la igualdad de género, la desigualdad se esconde en un pequeño bolsillo. A medida que el siglo XXI avanza, es esencial que se reevalúe la manera en que la moda femenina se diseña, para que no solo se priorice la estética, sino también la funcionalidad. La inclusión de bolsillos adecuados en la ropa de mujer no solo facilitaría la vida diaria, sino que también sería un paso más hacia la igualdad en todos los aspectos de la vida.