Alta en el Cielo: Protocolo y Respeto a la Bandera Argentina

La bandera argentina, emblema de nuestra identidad, no solo se alza como un símbolo de unidad, sino que también está sujeta a un conjunto de normas y protocolos que garantizan su respeto y dignidad. En cada izada, es fundamental recordar que la bandera no puede estar sucia ni rota, ya que esto se considera una señal de negligencia. Las banderas que presentan desgarros o suciedad deben ser retiradas de inmediato y reemplazadas. Este cuidado no solo refleja el respeto hacia el símbolo nacional, sino también hacia aquellos que han luchado por la patria.

Además, es importante señalar que la bandera no se debe doblar. La bandera de ceremonia debe permanecer armada sobre su pie en la oficina de la máxima autoridad. Por otro lado, la bandera que se utiliza para izar se guarda en forma de bollo, asegurándose de que el sol siempre esté orientado hacia arriba. Este detalle es fundamental para preservar su dignidad, ya que cada acción relacionada con la bandera tiene un significado profundo.

Otro aspecto crucial a tener en cuenta es que la bandera no puede ser tirada a la basura. En caso de que una bandera de ceremonia deba ser reemplazada, debe ser guardada como una reliquia, acompañada de la fecha de recepción y retiro. Por su parte, la bandera de izar, cuando ya no se puede utilizar, debe ser quemada en un acto formal, con autoridades y testigos presentes, y las cenizas pueden esparcirse en el patio del lugar. Este ritual es un acto de respeto y despedida hacia el símbolo patrio.

Es relevante también que la bandera no debe tocar el piso. Este principio se basa en la tradición, ya que las banderas de los enemigos suelen arrastrarse por el suelo como señal de derrota. Es un acto de honor preservar la integridad de la bandera, manteniéndola siempre en un lugar elevado. Además, es un protocolo que implica no darle la espalda a la bandera, ya que siempre debe estar al frente, a la derecha y a la vista de todos durante ceremonias y actos oficiales.

Asimismo, es importante aplaudir cuando la bandera pasa delante de nosotros, una muestra de respeto y reconocimiento a nuestro símbolo nacional. La bandera, además, no puede quedar izada de noche a menos que esté bien iluminada, lo que refuerza su dignidad. Se debe izar al amanecer y bajar lentamente al caer la tarde. En cuanto a las inscripciones, la bandera no puede tener inscripciones excepto el nombre de la institución bordado en el moño de la banda de ceremonia.

Por último, es vital recordar que la bandera no puede quedar relegada. Siempre debe ser la protagonista en cualquier contexto, incluso cuando se encuentra junto a banderas de otros países. En situaciones donde se exhiben varias banderas, la bandera argentina debe ocupar un lugar destacado: si hay un número par de banderas, debe estar a la derecha; si es impar, en el centro. Por último, la bandera no puede estar enarbolada en edificios públicos que no pertenezcan al Estado Nacional, lo que refuerza su carácter institucional y su importancia en la identidad nacional.