El Teatro Colón de Buenos Aires ha cerrado su temporada lírica 2024 con la aclamada ópera Un Ballo in Maschera, del maestro Giuseppe Verdi. La dirección escénica estuvo a cargo de la joven y talentosa Rita Cosentino, mientras que la escenografía fue diseñada por Enrique Bordolini. Este cierre no solo representa el fin de un año lleno de desafíos, sino también un homenaje a la tradición lírica que caracteriza al coliseo argentino.
La función, que se llevó a cabo el pasado jueves 28 de noviembre, marcó un hito en la historia del Teatro Colón. La obra, basada en el libreto de Antonio Somma y que retoma elementos del libreto de Eugène Scribe para Daniel Auber, ha sido interpretada por un destacado elenco. Entre los protagonistas se encuentran Ramón Vargas en el papel de Riccardo, Alessandra di Giorgio como Amelia, Germán Enrique Alcántara en el rol de Renato y Guadalupe Barrientos como la bruja Ulrika, quien recibió una cálida ovación del público.
Este año, el Teatro Colón ha enfrentado numerosas dificultades, reflejadas en la programación que, aunque anunciada con gran expectativa por el Director General y Artístico Jorge Telerman y la Ministra de Cultura Gabriela Ricardes, presentó varios desafíos. La temporada se inició en abril con Ariadna en Naxos y fue marcada por demoras en la publicación de la programación y la renovación de abonos.
Uno de los cambios más significativos de la temporada fue la decisión de alterar la tradición de las funciones de Gran Abono, que históricamente se llevaban a cabo los martes, programándolas en días aleatorios. Esta modificación ha generado un debate entre los amantes de la ópera, quienes valoran la regularidad y la identidad que ofrecía esta práctica. A pesar de estos cambios, el Colón ha logrado mantener su compromiso con la excelencia artística.
A lo largo del año, el Teatro Colón presentó un repertorio variado que incluyó tanto reposiciones como nuevas producciones. Entre las reposiciones, se destacó Turandot en la emblemática puesta de Roberto Oswald, así como El Cónsul de Gian Carlo Menotti. En cuanto a las nuevas producciones, brillaron Carmen de Georges Bizet, en colaboración con importantes teatros europeos, y el regreso de Aurora de Héctor Panizza, que no se presentaba desde hace 25 años.
Pese a las dificultades encontradas, la temporada 2024 del Teatro Colón ha sido un fiel reflejo del compromiso con su audiencia y una mezcla de tradición y renovación. Gabriela Ricardes resumió este espíritu al afirmar que El Colón es mucho más que una sala de clase mundial; es un lugar de pertenencia para cada porteño y un emblema cultural que atraviesa generaciones. Con el cierre de Un Ballo in Maschera, el Teatro Colón reafirma su posición como un faro cultural en Buenos Aires y en el mundo, demostrando que la resiliencia y la búsqueda de la excelencia son sus principales motores.