El agua en la construcción es un tema crítico que merece atención. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que en pocos años, la mitad de la población mundial vivirá en áreas con escasez de agua. Esto plantea un desafío considerable para el sector de la construcción, que es responsable de un 16% del consumo global de este recurso vital.
El agua, a menudo denominada oro azul, es un recurso escaso y valioso. De toda el agua existente en el planeta, solo el 2.5% es agua dulce, apta para el consumo humano. La mayor parte de esta agua dulce se encuentra en glaciares y zonas inaccesibles, lo que deja apenas un 1% disponible para uso humano. Actualmente, más de 2.200 millones de personas no tienen acceso a servicios de agua potable gestionados de manera segura, según datos de la OMS y UNICEF.
En el ámbito de la construcción, el agua se utiliza en diversas etapas, desde la producción de materiales hasta el proceso de edificación en sí. Esto incluye su uso como elemento auxiliar y en pruebas. Este elevado consumo de agua resalta la necesidad de adoptar prácticas más sostenibles en la industria. Francisco Pedrazzi, presidente del Instituto de la Construcción en Seco (INCOSE), subraya la importancia de buscar alternativas que permitan reducir el uso de este recurso.
Una de las soluciones más prometedoras es el sistema de Steel Framing, que permite construir estructuras con un consumo de agua prácticamente nulo. Este método prescinde del uso de agua en el armado de los paneles que conforman los muros y tabiques, así como en el sistema de aislamiento térmico y acústico. Esto representa un avance significativo hacia una construcción más sostenible y responsable con el medio ambiente.
La implementación de sistemas constructivos innovadores como el Steel Framing no solo contribuye a la reducción del consumo de agua, sino que también promueve la eficiencia energética y la sostenibilidad en general. Este tipo de construcción se alinea con las exigencias actuales de un mundo que enfrenta serios desafíos relacionados con el agua y el medio ambiente.
Es fundamental que los profesionales del sector se comprometan a adoptar estas nuevas tecnologías y enfoques. La construcción sustentable es una responsabilidad compartida, y cada pequeño esfuerzo cuenta. La industria de la construcción tiene la oportunidad de ser un agente de cambio, promoviendo prácticas que no solo beneficien a las empresas, sino también a la sociedad y al planeta en su conjunto.