A pesar de la creciente concientización sobre la importancia del cuidado de la piel, persisten creencias erróneas que pueden afectar negativamente nuestra salud cutánea. La Técnica Cosmiatra Karla Vasconcel nos ayuda a desmentir algunos de los mitos más comunes.
Mito 1: Cuanta más crema te pongas, más hidratada vas a estar. Esto es incorrecto. Aplicar grandes cantidades de crema no garantiza una mejor hidratación. De hecho, saturar la piel puede causar enrojecimiento o escozor. Lo ideal es aplicar una cantidad del tamaño de una almendra, dos veces al día, para mantener la piel hidratada sin sobrecargarla.
Mito 2: Todos los activos penetran de igual forma en la piel. Este es otro error común. No todos los ingredientes logran penetrar la barrera cutánea de la misma manera. Por lo tanto, es crucial elegir productos que contengan ingredientes complementarios para obtener mejores resultados en nuestra rutina de cuidado.
Mito 3: Hay productos de skincare determinados para hombres y para mujeres. La elección de un producto debería basarse en el tipo de piel y sus necesidades específicas, no en el género. Aunque la piel masculina tiende a ser más grasa, los cosméticos deben tratar problemas específicos, independientemente de si son para hombres o mujeres.
Mito 4: La piel se acostumbra a los productos tras un tiempo y dejan de hacer efecto. Este mito es muy extendido, pero es incorrecto. La piel no se acostumbra a los productos; más bien, tras un uso prolongado, los cambios pueden no ser tan notorios como al principio. Esto indica que la piel ha mejorado y ahora tiene diferentes necesidades.
Para un cuidado efectivo de la piel, es esencial seguir una rutina básica que incluya limpieza, hidratación y protección solar. La limpieza diaria es crucial para eliminar impurezas y mantener la piel saludable. Se recomienda el Cellactive Cleansing Gel de Lidherma, que limpia sin irritar la barrera cutánea. Luego, se debe aplicar una crema hidratante adecuada, como la Hydrapore Gel Cream de Lidherma, que aporta hidratación profunda gracias a su contenido de ácido hialurónico. Finalmente, la protección solar es indispensable, incluso en invierno, utilizando un protector con un SPF de al menos 30 y reaplicándolo cada dos horas.
El cuidado de la piel se basa en la calidad y el conocimiento, no en la cantidad. Consultar a un especialista y desmentir mitos es la mejor forma de proteger nuestra piel y mantenerla sana.