La ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París 2024 se convirtió en un espectáculo inolvidable que reunió a personalidades del arte, el deporte y la política en un marco impresionante a orillas del río Sena. Este evento, que marcó el inicio de una de las competiciones deportivas más esperadas del mundo, brilló con la actuación de la icónica artista estadounidense Lady Gaga, quien fue la primera en subir al escenario. Con su interpretación del clásico francés Mon truc en plume de Zizi Jeanmaire, la cantante dejó una huella imborrable en los asistentes y en los millones de espectadores que siguieron el evento a través de la televisión y las redes sociales.
Lady Gaga, vestida con un elegante traje negro y rodeada de bailarines que agitaron plumeros rosados, cautivó al público con su deslumbrante presencia y su poderosa voz. Su elección de interpretar una canción emblemática del music-hall francés no solo rindió homenaje a la rica historia cultural de Francia, sino que también reflejó su conexión personal con el país. Me conmueve mucho haber recibido la propuesta del Comité Olímpico de cantar una canción francesa tan singular, una canción en honor a los franceses y su increíble historia artística , expresó la artista de 38 años. Esta conexión con la cultura francesa no es nueva para Gaga, quien ya había deslumbrado al mundo con su interpretación de La vie en rose en la película Ha nacido una estrella .
La expectación por su actuación creció en los días previos al evento, especialmente después de que se difundieran videos en redes sociales donde se la veía saludando desde su automóvil en París. Este regreso a los escenarios marcó también un hito en su carrera, ya que fue su primera actuación en un evento televisado desde su interpretación de Hold My Hand en los Premios de la Academia del año anterior. La canción, parte de la banda sonora de Top Gun: Maverick , fue nominada a Mejor Canción Original, reafirmando su relevancia en la industria musical.
La actuación de Lady Gaga fue solo una parte de un programa artístico impresionante que incluyó a otros destacados artistas. Entre ellos, 80 bailarines del Moulin Rouge presentaron un vibrante número de can-can, un baile icónico que data de 1820. La energía y la pasión de los bailarines, junto con la belleza del escenario parisino, crearon una atmósfera mágica que transportó a los espectadores a la esencia misma de la cultura francesa. Además, 500 bailarines se unieron alrededor del Pont Notre-Dame y del Ayuntamiento de París, ofreciendo un espectáculo visual que celebró la diversidad y la creatividad del arte.
La ceremonia también rindió homenaje a la historia revolucionaria de Francia con la interpretación de Ah, ça ira por la cantante de ópera clásica Marina Viotti y el grupo de heavy metal Gojira. Este momento emblemático fue seguido por la interpretación de la famosa Habanera de Georges Bizet, que resonó entre los asistentes, evocando el espíritu apasionado de la cultura francesa. La presencia de estos artistas de diferentes géneros musicales subrayó la riqueza y la diversidad de la escena artística de Francia, en un evento que no solo celebró el deporte, sino también la cultura.
Otro momento destacado fue la actuación de la estrella del pop francés Aya Nakamura, quien se presentó acompañada por la orquesta de la Guardia Republicana Francesa y 36 coristas del ejército. Su interpretación de éxitos como Pookie y Djadja resonó en el corazón de París, justo en el Pont des Arts, un lugar emblemático que conecta el mundo académico con el artístico. Este segmento de la ceremonia no solo celebró la música contemporánea, sino que también destacó la fusión de lo clásico y lo moderno, un reflejo del espíritu innovador de la ciudad.
La ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París 2024 fue, sin duda, un evento que quedará grabado en la memoria colectiva. La actuación de Lady Gaga, junto a otros destacados artistas, no solo celebró el inicio de unas olimpiadas, sino que también rindió homenaje a la rica cultura y la historia artística de Francia. La combinación de música, danza y el esplendor arquitectónico de París creó un espectáculo visual y sonoro que dejó a todos los presentes con ganas de más, marcando el tono para lo que promete ser un evento deportivo inolvidable. Con actuaciones que celebran la diversidad y la creatividad, los Juegos Olímpicos de París 2024 se perfilan como una verdadera fiesta global que une a personas de todas partes del mundo a través del deporte y el arte.