Es oportuno destacar la labor incansable de ciudades como Saladillo, un verdadero pulmón verde en la Provincia de Buenos Aires, que se erige como ejemplo de compromiso y acción en el cuidado y preservación de los árboles. Este compromiso se materializa en la cultivación de más de 150 especies arbóreas, una diversidad que no solo embellece su paisaje sino que contribuye significativamente a mantener el equilibrio ecológico de la región.
El Vivero Municipal Eduardo Holmberg, creado en 1910 como parte de una iniciativa provincial para impulsar la forestación, es hoy día un emblema de este esfuerzo. Bajo la dirección de José María Onís, ingeniero agrónomo y Subsecretario del vivero, este espacio verde no solo provee de especies arbóreas a la mayoría de los municipios bonaerenses sino que también extiende su influencia a ciudades como Buenos Aires, Rosario, Neuquén y Mendoza. La diversidad de especies que se cultivan, que incluye tanto perennes como de hoja caduca, refleja un enfoque profundo sobre la importancia de los árboles en nuestras vidas, ofreciendo desde sombra y oxígeno hasta frutos y refugio para diversas especies.
Alejandra Colás, agrónoma y parte del equipo de arbolado urbano de Saladillo desde 2015, enfatiza la importancia de la planificación del Bosque Urbano, una estrategia que va más allá de la simple forestación para buscar un crecimiento y desarrollo armónico de los árboles en el entorno urbano. Esta visión, guiada por la Ley Provincial 12276, destaca la necesidad de reponer cada árbol extraído, asegurando así la continuidad y expansión de estos vitales pulmones verdes.
El Vivero Municipal no solo se dedica a la producción y venta de estas especies a precios accesibles, sino que también juega un papel crucial en la educación y sensibilización sobre la importancia de los árboles. Como señala Onís, cada día debería ser considerado el Día del Árbol, un momento para reflexionar sobre los beneficios que estos seres vivos nos brindan y la importancia de cuidarlos y plantar nuevos ejemplares cada año.
La tendencia reciente hacia la plantación de árboles nativos de la zona pampeana es un tema de interés en Saladillo, aunque la ciudad mantiene una postura inclusiva, valorando la importancia de plantar árboles más allá de su procedencia. Esta apertura refleja un entendimiento profundo de la función ecológica de los árboles, que van desde la retención de agua hasta la protección del suelo y la biodiversidad.
El impacto de la deforestación a nivel global, responsable de un 15% de la emisión anual de CO2, resalta aún más la importancia de iniciativas como la de Saladillo. La ciudad no solo se dedica a la plantación y cuidado de árboles sino también a la promoción de una conciencia ambiental que trasciende sus límites.
Cazón, conocido como el “pueblo del millón de árboles”, simboliza esta dedicación y se ofrece como un escenario ideal para descubrir la riqueza arbórea de Saladillo, desde especies nativas como el ombú y el jacarandá hasta exóticas como los eucaliptos y robles. Este compromiso con el verde, reflejado en cada rincón de Saladillo, es un llamado a la acción para que cada persona, en cualquier lugar, contribuya a la preservación de nuestros bosques y árboles, verdaderos garantes de la vida en nuestro planeta.
Saladillo nos recuerda la importancia de cada especie arbórea y nos invita a ser parte activa de su protección y cuidado, un legado verde que debemos asegurar para las futuras generaciones.