La conciencia ambiental se ha vuelto un eje central en la planificación de viajes, y en este contexto, el turismo sostenible en Latinoamérica se perfila como una opción cada vez más atractiva para aquellos que buscan escapar de la rutina sin dejar de lado su compromiso con el cuidado del medio ambiente. Con el Día Mundial del Medio Ambiente a la vuelta de la esquina, el próximo 5 de junio, es un momento propicio para explorar destinos que no solo prometen descanso y desconexión, sino también una profunda conexión con la naturaleza y prácticas que respetan nuestro planeta.
La UNESCO nos recuerda que el turismo sostenible es aquel que logra un balance entre atender las necesidades del viajero y la población local, mientras protege y realza el patrimonio natural y cultural. En este orden de ideas, la plataforma Airbnb emerge como un facilitador clave para encontrar esos espacios únicos y amigables con el ambiente a través de sus categorías Autosuficientes y Casas Subterráneas . Estas opciones no solo ofrecen una estancia diferente sino que están diseñadas para minimizar el impacto ambiental, mediante el uso de materiales sostenibles, energías renovables y la promoción de actividades en harmonía con el entorno.
En Chile, el Domo de Greda en Quillota se presenta como un refugio innovador construido con técnicas de superadobe, prometiendo una experiencia donde el lujo se encuentra con la sostenibilidad. Mientras tanto, en Perú, la Pirámide de Vidrio emerge entre un bosque de eucaliptos como un santuario de paz que utiliza energía solar, proporcionando un espacio perfecto para la relajación y meditación.
La naturaleza y la aventura se fusionan en propuestas como la Cabaña Transparente en Brasil, donde la inmersión en la Serra Catarinense ofrece un encuentro sin precedentes con el paisaje natural. En el mismo espíritu, pero con una propuesta de diseño más moderno, la Casa de Campo en Chile invita a las familias a disfrutar de la belleza escénica del lugar en un ambiente cálido y lleno de luz natural.
Para los amantes del senderismo y la exploración al aire libre, Colombia y Perú se destacan con propuestas únicas. La Casa de pájaros en la montaña de Passiflora en Colombia es un oasis para aquellos que buscan reconectar con la naturaleza, ofreciendo senderos en medio del bosque andino. Por otro lado, la Casita Alpina en el Campo en Perú, no solo brinda la posibilidad de interactuar con caballos y explorar los alrededores, sino que también se encuentra cerca de un proyecto dedicado a la conservación del bosque nativo.
Estos destinos demuestran que es posible combinar el descanso y el disfrute de nuevas experiencias con un enfoque consciente hacia el cuidado del medio ambiente. El turismo sostenible en Latinoamérica no es solo una tendencia, sino una necesidad y un llamado a la acción para viajeros y anfitriones por igual, invitándonos a ser parte de la solución en la preservación de los maravillosos paisajes y culturas que esta región tiene para ofrecer. Este Día Mundial del Medio Ambiente, exploremos con responsabilidad, eligiendo destinos que promuevan un turismo más verde y sostenible.