En la conmemoración del Día Mundial del Medioambiente, es imperativo dirigir nuestra atención hacia prácticas sustentables que puedan mitigar el impacto ambiental, especialmente en el sector de la construcción, uno de los mayores contribuyentes a las emisiones de CO2 a nivel global. En este sentido, la aislación térmica eficiente emerge como una solución formidable, no solo para la economía doméstica sino también para la salud de nuestro planeta.
Argentina, al igual que el resto del mundo, enfrenta el desafío de reducir sus emisiones de CO2, que durante el 2022 ascendieron a 184,037 megatoneladas. Este dato posiciona al país en el lugar número 154 de 184 en el ranking de emisiones globales, según datos recientes. En este contexto, el sector residencial se destaca como un área clave para la intervención, considerando que alrededor del 40% de la energía consumida en el país se destina a espacios habitables, con una predominancia del gas natural y la electricidad como fuentes energéticas principales.
La aislación térmica eficiente se presenta como una estrategia de vital importancia para abordar este desafío. Al evitar las pérdidas de energía, no solo se logra una reducción significativa en el consumo de recursos energéticos, sino que también se contribuye de manera directa a la disminución de las emisiones de CO2. Federico García Zuñiga, consultor técnico de Andima, Asociación Nacional de Industrias de Materiales Aislantes, enfatiza la importancia de concentrar la aislación en la envolvente de la vivienda (techos, muros y pisos) para garantizar una eficiencia energética óptima.
La implementación de materiales como la lana de vidrio, el poliestireno expandido y el poliuretano, permite no solo mantener las condiciones de temperatura ideales dentro del hogar sin desperdiciar energía, sino también hacer un uso más racional y sostenible de los recursos energéticos. Esto se traduce en un ahorro de hasta un 70% en las facturas de gas y luz destinadas a la climatización, y un ahorro energético de hasta un 35% sobre el consumo total de un hogar.
Las ventajas de la aislación térmica eficiente trascienden el ámbito económico y se proyectan como una contribución significativa al cuidado del medio ambiente. La optimización en el uso de la energía y la consiguiente reducción en la demanda de recursos no renovables son pasos fundamentales hacia una mayor sostenibilidad ambiental. Además, al minimizar la emisión de CO2, esta práctica se alinea con los esfuerzos globales para combatir el cambio climático.
En este Día Mundial del Medioambiente, es crucial reconocer que la adopción de medidas como la aislación térmica eficiente en las viviendas no solo es una inversión económica inteligente, sino también una acción poderosa en favor del medio ambiente. Este enfoque no solo ayuda a preservar los recursos naturales y a combatir el cambio climático, sino que también señala el camino hacia un futuro más sostenible y responsable con nuestra única casa, el planeta Tierra. La lucha contra el cambio climático requiere de la implementación de tecnologías y prácticas sostenibles en todos los sectores, siendo la aislación térmica en el sector residencial un excelente punto de partida.