En un mundo donde la tecnología avanza a un ritmo vertiginoso, términos como digitalización de procesos y transformación digital se han convertido en el pan de cada día para las empresas. Sin embargo, es crucial entender que, a pesar de ser utilizados indistintamente, representan conceptos muy diferentes, cada uno con implicancias significativas para el futuro de las compañías. Expertos en el campo, como Gastón Gugliotta, Gerente General de Streambe, enfatizan que confundir estos términos puede llevar a malentendidos y decisiones estratégicas erróneas que podrían costarle caro a cualquier negocio.
La transformación digital va más allá de simplemente digitalizar un proceso existente o desarrollar una app; es un cambio radical en la forma en que se hacen negocios, donde el modelo de negocio se reinventa y la tecnología juega un papel de acompañante. Este proceso de transformación se ha vuelto una necesidad imperiosa para mantenerse competitivo, con inversiones en este campo que se espera alcancen los US$ 7 billones hacia finales de 2023, y un mercado que crecerá a una tasa anual compuesta del 19,1% hasta 2026.
Un ejemplo palpable de la necesidad de transformación digital se observa en el Transporte Automotor de Carga (TAC) en Argentina, donde la digitalización se presenta como una solución a la ineficiencia y la optimización. A pesar de que el TAC representa un impresionante 93% de la carga interurbana, enfrenta desafíos como la alta vacancia de los camiones y la escasa adopción de tecnologías avanzadas en la gestión logística. Empresas como Avancargo están liderando el camino hacia la transformación digital en el sector, buscando simplificar y eficientizar la cadena logística a través de la tecnología.
Otro sector que está abrazando la transformación digital es el comercio electrónico, como demuestra el caso de Citratus y su marca Be-e, que ha revolucionado la venta de fragancias a emprendedores a través de e-commerce, demostrando que la digitalización puede abrir nuevos mercados y oportunidades de negocio.
En el ámbito deportivo, la digitalización está transformando la financiación de los clubes de fútbol a través de la tokenización de derechos deportivos, una iniciativa liderada por Win Investments. Esta innovadora aproximación permite a los clubes formativos obtener financiamiento y ofrece a los aficionados la oportunidad de participar en el mercado de pases de una manera confiable y transparente.
Mirando hacia el futuro, la convergencia tecnológica se perfila como la próxima gran tendencia, según expertos como Gugliotta. Esta fase no solo implicará la fusión de tecnologías existentes sino que también exigirá una mayor atención a la privacidad y seguridad de la información, subrayando la importancia de las empresas de seguridad informática en este nuevo escenario.
En resumen, la transformación digital no es una opción, sino una necesidad para las empresas que desean mantenerse relevantes y competitivas en el mercado actual. La digitalización de procesos es solo el comienzo; la verdadera transformación implica una reinvención completa del modelo de negocio, con la tecnología como un aliado estratégico. A medida que nos adentramos en una era de convergencia tecnológica, las empresas deben estar preparadas para adaptarse y evolucionar, asegurando no solo su supervivencia sino también su prosperidad en el futuro digital que nos espera.