• ENTRETECHISME
  • LA VIDA MODERNA DE ANALIA
  • VIAJAR CONSENTIDOS
  • SOLO PARA SIBARITAS
  • VEO MARAVILLAS

  • Actualidad
  • Opinión
  • Empresas y Protagonistas
  • Estilos de Vida
  • Espectáculos
  • Especiales
  • Staff
    • Navidad, momento para pensar en el prójimo

    • Autor: Gabriel Alsó
      Última Actualización: 2018-12-24 - 16:31:00
    • CQAP Medios brinda este servicio de forma gratuita. Si comparte el link para hacernos conocer entre sus amigos nos brinda una gran ayuda para continuar trabajando.
    • Navidad, -indicó Francisco-,es practicar la coherencia cristiana, es decir, pensar, sentir y vivir como cristiano.
    • La Navidad son momentos para entregar al prójimo, para explayarnos en el servicio, en gestos de caridad con el otro, para terminar de derribar muros y reconstruir los puentes con nuestros hermanos.

      Un tiempo de misterio y de observación. Es ver a un niño que nace en la más absoluta y desamparada pobreza y entender cómo desde allí, nos enseña lo verdaderamente importante para nuestras vidas.

      Sólo la humildad que se transforma en confianza y adoración, puede comprender y acoger la humillación salvífica de Dios”, Juan Pablo II.

      Con esa señal de pobreza extrema y de humillación suprema, Jesús nos invita a adoptar un comportamiento sobrio, austero, ejemplar en santidad y equilibrado en su capacidad de entender y vivir lo que es importante, ante una volátil y despiadada sociedad de consumo y placeres, de abundancia y de lujo, de apariencia y narcisismo.

      Un tiempo de recapacitación, de renunciamiento a la impiedad y a las riquezas del mundo; de vivir una vida sobria, justa y piadosa -Tt 2,12- practicando empatía, compasión y misericordia, gracias al manantial permanente de la oración.

      En un mundo, a menudo duro con el pecador e indulgente con el pecado, es necesario cultivar un fuerte sentido de la justicia, de búsqueda y puesta en práctica la voluntad de Dios.

      Navidad, -indicó Francisco-, es practicar la coherencia cristiana, es decir, pensar, sentir y vivir como cristiano y no pensar como cristiano y vivir como pagano.

      Sumémonos, es tiempo de abrirse, de regalar sonrisas francas y de mirar con los ojos del corazón.