El precio de la sal fue una novela escrita por Patricia Highsmithque pudo publicar en 1951 luego de un largo periplo de rechazos de editores debido a la temática elegida. La historia narra el amor entre dos mujeres. Highsmithno había utilizado su nombre real sino que escogió el pseudónimo de Claire Morgan. Finalmente, en 1989 pudo reimprimirla con su nuevo título Carol y con su propio nombre. Es notable el largo prólogo de esta edición donde explica las razones que en 1951 la obligaron a mimetizarse y su gran satisfacción debido a la gran ayuda que fue Carolpara otras lesbianas, en un tiempo de gran represión sexual, donde el matrimonio perfecto que mostraba la incipiente tv -Ej. I love Lucy -1951/1957- no solo se mostraba abiertamente asexuado sino que también dormían en camas separadas.
El realizador Todd Haynes, conocido por la biografía no autorizada de David Bowie e Iggy Pop en Velvet Goldmine -1998- dirige en 2002 Lejos del paraíso - Far from heaven, 2002-. En aquella película el matrimonio aparentemente perfecto entre los personajes interpretados por Dennis Quaid y Julianne Moore se resquebraja debido a la oculta homosexualidad de él y el entorno completamente prejuicioso y contenido de principios de los años 50. Patricia Highsmith y Todd Haynes confluyen para Caroly conforman una amalgama perfecta, lisa, donde la simbiosis es tal que resulta un gran trabajo intelectual inferir dónde comienza la escritora y dónde el realizador. Therese Belivet -la actriz Rooney Mara- es una joven que demuestra una gran sensibilidad y que aspira a ser fotógrafa -la mirada de la fotografía, el eternizar los más mínimos gestos- y trabaja en una gran tienda de Neoyorquina, la catedral de la comercialidad. Durante la época navideña -nuevamente la visión de la comercialidad de ese periodo del año- llega buscando un juguete una mujer sofisticada, con cierto aire de superada. Se trata de Carol-la extraordinaria Cate Blanchett-, por la que Theresese sentirá inmediatamente atraída.
Al igual que Carol, Theresetiene una vida normal -la cruel norma de la época- que incluye a un novio al que le presta poca atención y con el cual debe mantener cierta compostura -como ocurría con el matrimonio de ?Lejos del paraíso-. Por otro lado la divorciada Carol es madre de una niña y cumple socialmente con lo que se le pide.
Como toda relación duradera ésta comienza de a poco, lentamente y sin forzar las situaciones. Carol presenta una historia casi minimalista donde importa tanto lo dicho como lo callado. La gran influencia de los melodramas de Douglas Sirk, omnipresente en Lejos del paraíso, se diluye un poco en este nuevo filme pero no desaparece. Está en los gestos, en el lenguaje de las manos, en el juego de miradas. Como ocurría con la película citada, en Carol la ambientación de época es perfecta. El universo Haynes va más allá de la anécdota lésbica y nuevamente presenta una fábula con el entorno. La influencia nefasta del entorno que aparecía hasta generadora de la alergia en la maravillosa Safe -Todd Haynes, 1995-.
El fuerte personaje de Carol, debatiéndose entre sus roles que la sociedad le asigna -madre y ama de casa-, oficia como catalizador para el de Therese, quien comienza a conocer su propia sexualidad. Dos personajes femeninos que son los que se atreven a vivir diferente, a diferencia de los personajes masculinos -ex marido de Carol y novio de Therese- que se muestran torpes, adaptados y adaptables. El psiquiatra, que debería ser un personaje pensante termina siendo parte del andamiaje castrador de toda aquella época. Una época que no se ha ido del todo, ya que lamentablemente Carol ha quedado fuera de los premios de la industria - Oscar- en las categorías de Mejor Película y Mejor Director. Pero, afortunadamente están ambas actrices postulando -como protagonista y coprotagónico-, ahí la apertura.