La reedición de la mítica serie El agente de CIPOL, protagonizaba Napoleón Solo en la década del 60, llega a los cines de la mano del director británico Guy Ritchie.
The man from U.N.C.L.E. centra su historia en el pico más alto de la Guerra Fría cuando sus protagonistas, Napoleón Solo -agente de la CIA- e Illya Kuriyakin -KGB-, deben unir sus fuerzas apartando sus arraigadas diferencias, para formar un equipo que llevará a cabo misiones conjuntas con el objetivo de dar fin a una organización criminal internacional que busca desestabilizar el frágil equilibrio de poder resultante de la proliferación de armas y tecnología nuclear.
En esta oportunidad, los protagonistas de las historia son nada más y nada menos que Henry Cavill -el actor de Hombre de acero hace las veces de Napoleón Solo- y Armie Hammer -como Illya Kuriyakin-.Por el lado de los malos, Elizabeth Debicki se pone en la piel de Victoria, quien maneja los hilos de esta organización criminal. Finalmente, cabe destacar la actuación de Alicia Vikander quien interpreta a Gaby, la hija de un científico alemán desaparecido quien resultará clave para infiltrarse en la organización criminal para encontrar al científico y evitar una catástrofe mundial.
El film, que acaba de estrenarse en Argentina el pasado 14 de agosto y anteriormente en otras partes del mundo, cuenta con innumerables críticas, algunas buenas y otras no tanto. Pero, y es lo que nos concierne en este análisis, es unánime el reconocimiento de lo acertado del diseño de la producción liderada por Oliver Scholl -Jumper, Edge of Tomorrow- quien sin equivocación conquistó a los espectadores y a los críticos.
El talentoso equipo de producción, formado por el director de fotografía dos veces nominado al Oscar John Mathieson -El Fantasma de la Opera, Gladiator-, el editor nominado al Óscar James Herbert -Sherlock Holmes, Edge of Tomorrow-, el compositor Daniel Pemberton -El Consejero- y la también nominada y ganadora diseñadora de vestuario Joanna Johnston-Lincoln-.
El trabajo de Johnstonposee armonía entre los tonos y escenarios elegidos por Scholl. En un comienzo, El agente de CIPOL demuestra frialdad, rigidez. tenemos un poco de frescura a través del agregado de estampados cuando la trama se desarrolla en Berlín Occidental, pero la paleta sigue siendo fría. Ya en Italia los colores son cálidos y todo es muy sofisticado, aseguró Johnston.
La diseñadora de vestuario, Joanna Johnston, quien se tomó el trabajo investigar a través de la historia, con ayuda de las revistas de la época, define fue un momento muy drástico y arriesgado entre todas las disciplinas, desde el arte, la música y por supuesto la moda, ya que se separa culturalmente de la posguerra de los años 50.
El vestuario es impecable y muestra dos estilos dentro de la moda de los 60. Gabyporta un estilo relajado, fresco, jovial, simple e impecable, provisto de estampados exquisitos y lineas perfectamente ejecutadas -estilo mod, de origen británico, que significa moderno y minimal-, y accesorios -sombreros tipo pillbox o caja, tapados cuadrados con grandes botones, zapatos de tacón, sandalias, bolsos, enormes gafas de sol, pañuelos anudados en la cabeza y pedientes XXL-. Complementan a la mujer que puede hacer cualquier cosa en cualquier momento. Como dato curioso, cabe destacar que, para las escenas de acción se realizaron 9 piezas idénticas de cada una, para así evitar el temor a que sufrieran daños.
La referente más destacada de la década es Jacquelinne Kennedy, quien ha sido considerada un auténtico ícono. Con respecto a Víctoria - Elizabeth Debicki- destaca la opulencia y el poder a través de las joyas superpuestas en cada uno de sus outfits. Impecable, maximalista y perturbadoramente atractiva. Victoria es el reflejo de lo mas top de la época.
En cuanto a los agentes secretos, Johnstonmantuvo los discreto e informal en los outfits del agente ruso Illya Kuryakin - Armie Hammer-, conformados por trajes de dos piezas, chaquetas de gamuza y pana, pantalones de gabardina y los infaltables pulóveres de cuello alto, cuya idea fue conservada del programa original, dato que mencionaron todas las personas que dieron testimonio sobre la época.
Por su parte, el agente norteamericano Napoleón Solo - Henry Cavill- fue tratado de manera distinta. Johnstonlo trabajó desde la vanidad y la proyección de una apariencia impecable, costosa, absolutamente atractiva y seguidor de la moda. Un dato curioso, el agente siempre lleva un reloj Omega, una reliquia de la marca de los 60, prestado para el rodaje. Los zapatos fueron hechos a mano, estilo Oxford, y los trajes a medida, confeccionados en algunos casos de manera diferente para darle flexibilidad en las escenas de acción.
Tanto en los personajes principales como en el reparto completo, la producción hizo especial énfasis en el vestuario. Elegancia, pulcritud en lo que se puede apreciar en la cinta cinematográfica, provista de estilo, ritmo, vestuario y locaciones muy bien cuidadas.