Mark Osborne lleva adelante una nueva versión de El Principito contando una historia dentro de otra historia.
Según la versión del gobierno francés, el piloto y escritor Antoine de Saint-Exupéry, falleció luego de que su avión desaparecería en Córcega durante una misión de avistaje de la fuerza aérea francesa.
Pero el director Mark Osborne tiene una teoria diferente. Saint-Exupéry es un anciano piloto, que vive en una colorida y destartalada casa en un barrio demasiado gris y cuadrado esperando a una persona especial con quien pueda compartir su hermosa y secreta historia.
Y un día aparece esa persona, encarnada en una niña de ocho años, que vive con su madre, quien tiene la vida de su hija organizada hasta el último segundo buscando darle todas las herramientas necesarias para que ingrese a la escuela más prestigiosa y así se convierta en una adulta exitosa.
Pero la niña es niña y se siente atraída por ese extraño personaje, que vive rodeado de recuerdos, intenta día tras día hacer despegar el avión que tiene en el patio y añora a ese pequeño amigo que conoció hace tantos años en el desierto del Sahara: El Principito.
La película está construida sobre dos relatos paralelos, que utilizan dos tecnologías de animación diferentes. Por un lado tenemos el presente, donde están la niña y el aviador y está filmada en el modo de animación CGI, el formato clásico de animación. Por otra parte tenemos la historia de El Principito, la cual está desarrollada con la animación stop-motion, la cual permite una representación bastante fiel de los dibujos originales del libro, realizados por el autor.
Entre hilarantes y tiernas aventuras, la niña y el aviador formarán un vínculo que sobrevivirá a los distintos embates de la vida y la sociedad. Enmarcadas en la maravillosa música compuesta por los prolíficos Hans Zimmer y Richard Harvey, estas dos historias permiten acercar esta gran obra a un público que no lo conoce dándole una vuelta de tuerca a temas como la amistad, el dolor, el sacrifico por el otro y la muerte.
Basada en una de las novelas más exitosas de todos los tiempos, con traducciones a más de doscientos cincuenta idiomas y dialectos incluyendo el sistema Braille, El Principito ? La Película, llega a los cines para recordarnos la magia de la infancia, de los sueños y el gran valor de la amistad.