Terminator G{enesi comienza en el año 2029, la guerra contra las máquinas transformó a nuestro mundo en un lugar irreconocible, lleno de caos. Los robots dominan la tierra mientras un ya adulto John Connor -Jason Clarke- lidera la revolución de los humanos. La revolución progresa y la vida de Skynet parece llegar a su fin. Pero, algo inesperado ocurre.
John Connor se ve obligado a enviar al pasado a Kyle Reese -Jai Courtney- para proteger, una vez más, a Sarah Connor -Emilia Clarke-. Lo que ellos no saben es que Sarah Connor ya tiene un protector asignado, un T-800 interpretado por el mismísimo Arnold Schwarzenegger.
Terminator Génesis es, por un lado, una nueva entrega de la saga pero, por otro, un pseudo spin-off que toma lo mejor de las primeras dos películas para volcarlo en la pantalla. Kyle Reese y Sarah Connor se encuentran nuevamente gracias a la capacidad estratégico-militar del hijo de ambos, John Connor.
Cabe destacar en este punto el trabajo de los guionistas. Un trabajo mal hecho podría derivar en la repetición de Terminator original. Sin embargo, Laeta Kalogridis y Patrick Lussier encontraron una manera lógica de explicar los cambios temporales, utilizando la teoría de las múltiples líneas de tiempo, considerando que éstas pueden ser modificadas y, así, cambiar el antes y el después. Es por este motivo que cuando Kyle Reese regresa al pasado, esperando conocer a la Sarah Connor de la que tanto le había hablado John, encuentra un mundo completamente diferente.
Eso no es todo, la historia permite además la incorporación de nuevos personajes, robots y máquinas. A los ya conocidos T-800 y T-1000, androides creados por Skynet con la habilidad de regenerarse a partir de metal líquido, se les incorpora una nueva máquina con tecnología superadora que se convertirá en el verdadero némesis de la película.
Arnold Schwarzenegger y Emilia Clarke se asientan en sus personajes de manera sólida. A los acostumbrados momentos de tensión y acción de la saga se incorporan varias escenas que incorporan comedia de la mano de Arnold Schwarzenegger, Emilia Clarke y Jai Courtney. Afortunadamente, estas escenas están donde deben y no influyen negativamente en el carácter del filme.
Un punto más a favor de Terminator Génesis es la calidad de imagen y sonido. El filme está hecho para 3D y la musicalización y efectos de sonido no desentonan. Si bien no es algo que le pudiéramos pedir a la Terminator original -1984- es un punto que quedó en deuda en las continuaciones de 2003 -Terminator: la rebelión de las máquinas- y 2009 -Terminator Salvation-.
Terminator Génesis retoma el rumbo original que James Cameron imprimió en la franquicia apocalíptica. El filme es fiel a la historia y permite disfrutar tanto a amantes de la serie como al espectador común. La calidad de las imágenes y el sonido permiten que cualquiera se sienta parte del contexto. Estos puntos la convierten en una película que merece ser vista y que, como siempre, deja un final abierto para una segura nueva entrega.