Inaugurando la nueva etapa del renovado Teatro Presidente Alvear del Complejo Teatral de Buenos Aires, reestrenó El Jorobado de Paris, la obra que afianzó la unión de dos grandes creativos, Pepe Cibrián Campoy y Ángel Mahler, responsables del boom del teatro musical en la Argentina esta vez con la producción asociada entre el Complejo Teatral de Buenos Aires, Ángel Mahler y Julieta Kalik.
Basado en la novela Nuestra Señora de Paris del genio literario francés Víctor Hugo, que relata diferentes historias acontecidas en la Catedral de Notre Dame de la ciudad de referencia, El Jorobado de Paris de Pepe Cibrián y Ángel Mahler aborda temas como la libertad, la belleza la marginación, el amor incondicional y la entrega.
La novela inicia en unas celebraciones populares donde se descubre a Esmeralda, una bailarina gitana robada de los brazos de su madre, que desata la pasión del archidiácono de Paris, Claudio Frollo, dueño y protector de Quasimodo, un huérfano jorobado y sordo que fue abandonado y adoptado por el cura que lo puso a cargo de las campanas de la Catedral. El cura manda al jorobado a raptar a la gitana pero el capitán Febo lo descubre y lo condenan. La gitana se enamora de su salvador y esto provoca la ira de Frollo que intenta matarlo, delito por el cual la culpan a ella. Quasimodo planea el rescate y el asilo de Esmeralda en la catedral mientras los gitanos planean su búsqueda, Febo la venganza y la madre busca a su hija perdida.
Temas universales son tratados por el clásico del autor francés y adaptados por Pepe Cibrián en una versión más esperanzadora que la de Víctor Hugo quien transforma el drama de Quasimodo y Esmeralda en una tragedia. En El Jorobado de Paris los protagonistas merecen vivir su sueño. Quasimodo pretende la libertad y desea que se valore su ser interior encarcelado por un cuerpo que lo convierte en un monstruo en un mundo dominado por la belleza y con su entrega incondicional en pos del más puro amor, su cuerpo muere y puede liberar su alma. La virginal Esmeralda, confundida por un Febo que opaca, aprende el dolor del rechazo, experiencia por la que ella misma hizo pasar al poeta, a Claudio Frollo y al mismo Quasimodo, de quien aprende el valor de la resignación y el sacrificio. El deseo es una constante en el clásico y es la fuente de intensidad del cura que no puede dominar los instintos del hombre, se deja poseer y da origen a la tragedia.
En una obertura Cibrián-Mahler el pueblo canta e introduce a los espectadores en una historia que planteará los interrogantes: ¿Por qué puede un pájaro ser libre?; ¿Quién es el rico o el pobre?; ¿Cuál es la luz? ¿La oscuridad?; ¿Cómo medir? ¿Cómo juzgar?
El tema principal se desarrolla en la obra a través de los diferentes personajes que la nutren con sus peculiaridades. Luego de la presentación de una emocionante La Paquette, Nacho Mintz debe estar a la altura y crea un querible Quasimodo que enternece y conmueve mientras el Claudio Frollo interpretado por Diego Duarte Conde impresiona. Por su parte una encantadora Florencia Spinelli que conoce las virtudes de su cuerpo y las utiliza, compone una grácil gitana, una Esmeralda entre inocente y sensual.
Pierre el poeta, es interpretado por Mauro Murcia, Ramiro Moreno es Febo, Truhan es Diego Cáceres y Filipon y Magot son interpretados por Nicolas Bertoloto y Manuela Perin y son quienes, junto al elenco formado por Cristian Irrute, Erica Nuñez, Magali Saisi, Mara Del Federico y Miguel Gomez Vicari, recrean la escena, labor de Federico Brunetti y Nicolas Bertoloto y con su despliegue de talentos dan vida a la obra.
Digna de resaltar es la interpretación del músico, cantante y compositor Diego Duarte Conde, quien más allá de ser ésta la obra con la que inició su trabajo al lado de la dupla Cibrián Mahler y ser Claudio Frollo el personaje con el que debutó en el Cervantes luego de ganar el reality ?Aquí podemos hacerlo?, continúa poniendo el cuerpo y la voz a un archidiácono pasional, resentido, dominante a la vez que frustrado, al nivel de conseguir la trascendencia del personaje y la emoción del espectador. En la interpretación de Diego Duarte se puede descubrir sutilmente a su antecesor Juan Rodó, a quien el talentoso músico supo reemplazar muy decorosamente en otras obras.
Párrafo aparte merece la sorprendente Adriana Rolla, recordada para algunos por su inolvidable interpretación de Nani en Drácula el musical, quien inicia con su personaje La Paquette, el relato que habla del origen de su pena y el drama que la lleva a transformarse en una bruja mala y vengativa. En esta ocasión, con una versatilidad que despliega tanto en su interpretación musical como actoral, expone el dolor de su pérdida con una emoción tan intensa como la frialdad con la que expresa su necesidad de venganza. La voz, su coloratura y su intensidad son dignas de halagos y estas cualidades sumadas a su dramatismo resultan conmovedoras. Fuerza, dulzura, encanto, escuchar a Adriana Rolla siempre es un privilegio.
El jorobado contiene muchas emociones, tristeza, alegría, compasión, pero hay momentos que merecen resaltarse, la desesperación de la madre vacía a pesar del paso del tiempo, expresado en La Paquette, el dolor expresado por un Quasimodo que se pregunta si es tan horrible, tan monstruoso y por qué fue engendrado y la declaración de amor de impecable letra donde el monstruo pide a su amor ?Ser tu luna?, ya que no puede ser su sol.
La obra se presenta en Teatro Presidente Alvear, Av Corrientes 1659. C.A.B.A con funciones de Martes a Viernes a las 20.30hs., Sábados 18 y 21.30hs. y Domingos a las 19.30hs. Entradas desde $60 hasta $130. Los días Martes hay precios populares de $50 a $80.