Cuando Lola Basile comenzó la búsqueda de un lugar donde vivir y establecer su estudio cerca de los Tribunales, nunca imaginó que su destino la llevaría a enamorarse perdidamente de un edificio histórico. "Cuando conocí el edificio, sentí un enamoramiento a primera vista", relata con entusiasmo la abogada, quien se convirtió en propietaria de un hermoso departamento en el séptimo piso. El lugar cuenta con un impresionante balcón terraza y elementos arquitectónicos que evocan otra época.
El departamento de Lola Basile es una verdadera joya arquitectónica, con puertas originales de tres hojas de cedro y cristal que se abren hacia una vista panorámica de la ciudad. Los pisos de roble Eslavonia con guarda de nogal y las exquisitas molduras de yesería en las paredes son testigos del cuidado y la dedicación que Lola ha puesto en preservar la esencia histórica del lugar. Tan comprometida está con la conservación del edificio que se unió al consejo de administración del mismo desde el momento en que lo adquirió.
Pero este edificio no es solo el hogar y estudio de Lola Basile, también es un espacio cultural reconocido por su importancia histórica. Durante la construcción, la empresa Bencich Hermanos obtuvo los dos inmensos subsuelos para instalar talleres y obradores de diferentes oficios, desde herrería y carpintería hasta yesería, plomería y electricidad. Estos espacios han sido preservados y ahora forman parte de un patrimonio cultural que ha sido declarado de Interés Cultural por la Legislatura porteña.
Lola Basile es una de las protagonistas que trabaja increíblemente en este espacio cultural. Su amor por el edificio la lleva a organizar visitas guiadas programadas, que culminan en la hermosa terraza donde los visitantes pueden deleitarse con tapas y saborear un rico vino o espumante, mientras disfrutan de las maravillosas vistas del centro de la ciudad que ofrece este lugar único. Además, en ocasiones especiales, Lola agrega un toque adicional al recorrido, recitando los poemas de Alfonsina Storni, quien vivió en este mismo edificio en el pasado.
El edificio que cautivó el corazón de Lola Basile es mucho más que una simple construcción. Es un testimonio vivo de la historia de la ciudad y un espacio donde convergen el arte, la cultura y la pasión por preservar el legado de aquellos que lo habitaron en tiempos pasados. Gracias a personas como Lola, este edificio sigue siendo un faro cultural en medio del bullicio urbano, recordándonos la importancia de valorar y proteger el patrimonio arquitectónico y artístico.