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    • Mujer vs Mujer

    • Autor: Carlos Lionel Traboulsi
      Última Actualización: 2020-10-28 - 15:41:00
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    • En los últimos años en el mundo, pero en particular en nuestro país, venimos viendo como sectores femeninos con un gran contenido ideológico van llevando una lucha social para lograr el protagonismo de la mujer tratando de forzar a la sociedad para que se le dé primacía por sobre el varón.
    • Quieren convertir una sociedad tachada de patriarcal en una comunidad matriarcal, donde la mujer asume un papel protagónico e incluso donde la palabra del varón se ve desmerecida en diversos aspectos, en particular frente al accionar de la Justicia.

      Es así que vemos, que si bien hay femicidios que debieran desaparecer definitivamente, también hay un aumento de la violencia en general donde el varón también es víctima. No se puede terminar con la violencia violentando o confrontando con los derechos del otro.

      Ante este cuadro, que parecía inamovible, emerge un fenómeno nuevo que desde las redes sociales va construyendo un novedoso tejido social y revolucionario que pretende sustituir la visión mencionada por una sociedad donde la mujer reivindica valores como la Vida, la Libertad, la Seguridad, la Justicia, la Salud, la Educación, la Familia, el Trabajo y la Unidad.

      Este fenómeno que, a pesar de su contundencia, se está tratando de invisibilizar dándole tinte partidista opositor, viene mayoritariamente de una clase media y de una clase postergada estructuralmente liderada por “mujeres” anónimas que hasta hace poco solo pensaban en el bienestar de sus grupos familiares. Con valor y con coraje la mujer ganó la calle y está poniendo el cuerpo para afrontar lo que considera un atropello y peligro de su futuro y de quienes ama. Como la leona de la manada sacó su carácter para colocar las cosas en su lugar. No es una confrontación entre patriarquismo y feminismos, sino una propuesta de transitar juntos mujeres y varones, en definitiva todos los seres humanos, sin distinción ni discriminación, por la senda del bienestar, soñando con una Patria que nos contenga y proyecte futuro para todos.

      El juego pendular debe detenerse ya que no todo es extremo, y partiendo que mujeres y varones, por sobre todo, son personas y gozan de igual dignidad, debiera tomarse acciones concretas tendientes a un trabajo en común, que este nuevo fenómeno parece mostrar.

      Mujeres y hombres no son enemigos, la violencia es repudiable desde cualquier ángulo y tanto el maltrato como la discriminación es recibida de igual forma por todos.

      Debemos aprender a caminar por el medio, donde la persona humana sea el centro, principio y fin de toda nuestra realidad. Los lobbies que pretenden las visibilización de sectores especificos de la sociedad, en última instancia, se quedan en esa postura para llevar adelante una discriminación inversa. Confrontando con el fin de que la lucha de condiciones sea el motivo generador de la acción, permitiendo la trascendencia y el acceso de un reducido grupo de líderes que negocian con el poder, pero que terminan sin representar a quienes dice representar.

      La visibilización del sector es promovida para diferenciarlo definitivamente del resto de la sociedad y no para integrarlo con los mismos derechos y obligaciones.

      La mujer se fortalece con la exigencia de obtener el lugar en la sociedad que por derecho le corresponde que no es ni más ni menos que el mismo lugar que tiene el hombre.

      Ambos, hombre y mujer, deben ser protagonistas en la construcción de la sociedad del presente y del futuro, no puede admitirse la confrontación ya que ello en sí mismo es germen de la violencia. Cada ser humano tiene sus virtudes y defectos, respetando la igualdad de oportunidades debemos ser capaces de transitar por este mundo en conjunto, de ahí la necesidad de volver a reforzar la imagen de familia.

      La familia precisamente, es el ámbito adecuado donde todos somos iguales, todos nos respetamos, nos contenemos, nos educamos en valores y todos colaboramos para tener un presente de felicidad y un futuro de bienestar.

      La fortaleza de la familia marca el destino de los pueblos, es hora que la Argentina reflexione sobre esto.

      Los mejores momentos de la Argentina fueron cuando la familia era fuerte, hagamos memoria. La mujer sin el varón no es nada, al igual que el varón sin la mujer carece de destino.

      La pandemia fue el despertar de un sector de la sociedad que por su naturaleza nos devolverá la alegría de vivir y soñar intentando colocar las cosas en su verdadero punto de equilibrio. Esa mujer que es madre, hija, profesional, trabajadora, constructora de familia, ama de casa, prenda de unidad y luchadora por lo que ama, sin pedir permiso se adueñó de la calle y va por más.

      La pandemia oxigenó a la madre tierra, pero también le dio nuevas esperanzas a sus hijos.

      *Secretario General Partido Demócrata Cristiano CABA, abogado, diplomado Relaciones Internacionales.