El 13 de marzo de 2013 ante la sorpresa de todos los argentinos y la urbe religiosa es nombrado Jorge Alberto Bergoglio, en el Vaticano, líder mundial de los Católicos.
Efectivamente un Papa que viene del fin del mundo -como él lo expresara-, es elegido para llevar adelante el destino de una Iglesia desprestigiada por malversaciones económicas, pedofilia y abuso de algunos de sus integrantes, encubrimientos, excesivo lujo, negociados, indiferencia ante la pobreza, poder terrenal por sobre el espiritual, etc. Un hombre humilde, de barrio y perfil bajo llega a ese cargo de tamaña trascendencia y empieza con sus gestos, expresiones y acciones a encadilar y enamorar al mundo.
Recen por mi, pide Francisco en todo momento como gesto de pecador y humilde servidor. Empieza a recorrer los continentes y a intervenir en distintos conflictos buscando siempre la paz y la unidad de los Pueblos y de las personas, mereciendo el respeto y amor de todo el mundo, colocando de nuevo a la Iglesia en un lugar de protagonismo Moral, Etico y Humanista.
Francisco se convierte en una de las 5 personas más importantes del planeta. Pero que pasa en la Argentina? Acá como siempre hacemos cuando alguien se destaca en algo, empezamos a buscarle el lado oscuro, la debilidad, el error, su pertenencia política, el por qué poder decir algo malo de él, para demostrar en definitiva que no es más que nosotros, sino que es uno más del conjunto mediocre de la que todos somos parte como sociedad.
Los argentinos vivimos el papado de la misma manera que vivimos la evolución de nuestros deportistas, políticos, o cualquiera que pueda llegar a destacarse a nivel mundial y podamos decir Vamos Argentina Carajo!, Ese es Argentino -es de los nuestros-. A partir de allí, del encasillamiento de fenómeno, ver de qué manera somos más o menos lejanos a ese personaje para desde allí poder construir la esfera de protección o de ataque de la persona. Es obvio que cuanto más cerca de nuestros afectos y pensamientos lo sentimos -por tener relación directa o indirecta con el personaje-, mayor será la defensa y a la inversa será el ataque a llevar adelante.
Es por ello que cuando asumió como Papa todo el Pueblo festejó, menos el poder político de turno ya que tenía un enfrentamiento muy grande que llevo a una confrontación tal de llegar a no hablarse -recordar las actitudes de Néstor y Cristina Kirchner contra el entonces Arzobispo de Buenos Aires-.
Cuando empezó Francisco a poner en práctica la cultura del encuentro que tanto rédito le ha dado en el mundo, en nuestra Patria empezamos a verlo como un traidor que se abrazó a quienes lo persiguieron y ahora, se olvidó de la otra parte del Pueblo que siempre lo apoyó, cambiando entonces los que antes lo apoyaban, ahora lo atacan y al revés lo que lo atacaban lo aman ahora. Se le pretende dar una pertenencia política por el solo hecho de tener fotos con políticos desconociendo su formación como seminarista en Santiago de Chile por los Jesuitas, bajo la luz del pensamiento de San Alberto Hurtado, uno de los ideólogos que dio nacimiento a la Democracia Cristiana Chilena.
No hay dudas que Francisco es un Humanista Cristiano, de allí a querer encasillarlo con la corrupción y la delincuencia que vivió nuestro país hay un espacio abismal.Pero Francisco no olvidó a nadie, no despreció a nadie, no abrazó más a uno que a otro. Tiene entre sus afectos reales a gente del actual gobierno y gente del gobierno anterior y a gente que no está en ninguna de esas dos veredas. Ello es así porque Francisco fue Jorge antes, esto es: tuvo una vida y es un ser humano.
De la misma manera que pelea por la dignidad de la persona y va al encuentro de los más pecadores en el mundo buscando la redención del pecado en estos y su reinserción en el camino del bien, de la misma manera actúa con sus compatriotas. Poderoso y humildes, afines o no a su pensamiento, todos tienen un espacio dentro del amor que como Pastor tiene Francisco. Porque tendría una actitud distinta con quienes provienen de la misma madre Patria? El abrazarse con pecadores no significa que los justifique, encubra y los aliente a seguir pecando.
En el viaje a la hermana República de Chile ha sido recibido por su presidenta Michell Bachelet con quien tiene profundas diferencias ideológicas y confrontativas -aborto, ideología de género, entre otras-, sin embargo mantuvo siempre una actitud de encuentro, de la misma manera cuando visitó a la mujeres encarceladas y a los Pueblos Originarios en particular a los Mapuches. No se calló, siempre reconoció sus errores y el de su Iglesia, pidió con humildad perdón e invitó a todos a tener la humildad de pedir perdón por nuestros pecados ya que todos somos pecadores y tenemos de que pedir perdón, enarboló en todo momento el respeto a la dignidad de las personas, la no violencia y la Doctrina Social. Convocó a la juventud y les dejó la clave para la vida: Que haría Cristo en mi lugar.El no haber venido a la Argentina todavía, también es materia de alentar el enfrentamiento entre los que estamos a favor de Francisco y de quienes están en contra.
La política Vaticana es una política mundial, no es una política doméstica Argentina. Hay prioridades más allá de los deseos personales del Papa, y en la evaluación geopolítica mundial del Vaticano la visita a Chile y Perú ha sido considerada prioritaria y estratégica antes de visitar a la Argentina, y los hechos nos están demostrando que han estado acertados en elegir esa opción de visita. No escapa a la vista de nadie que el amor que tiene el Santo Padre hacia la Argentina es mayúsculo pues acá tiene sus grandes afectos, recuerdos y años de su vida, por ello en la nota protocolar al pasar por el cielo Argentino rumbo a Chile que todos calificaron de fría y protocolar se deslizó un expresión que para un Cristiano y en particular para Francisco autor de la encíclica Laudato Si, es por más importante y excluyente: Madre Patria.
Francisco fue, es y será seguramente la persona más importante que salió de la Argentina y que tenemos los argentinos; y no me cabe dudas que pronto, me arriesgo a decir este 2018, estará pisando y bendiciendo nuestro amado suelo y a todos nosotros como Pueblo y amigos.
Es necesario que todos comprendamos la tarea pastoral, el ejemplo que nos está dando que desde la humildad, servicio y austeridad se puede ejercer el poder como herramienta de cambio en el mundo. Debemos ser capaces de hacer propia la cultura del encuentro en nuestro país buscando desde nuestra diversidad la unidad que nos permita ser una gran Nación, que nos contenga y de igualdad de oportunidades a todos, fortaleciendo la democracia y el camino hacia la prosperidad que anhelamos, en paz, sin violencia. Frente a cada situación no dudemos en preguntarnos Que haría Cristo en mi lugar.
Francisco en esto es pieza clave, depende de nosotros que le dejemos actuar y que nos reconozcamos como hermanos en una única Madre Patria. Francisco te esperamos!