En los últimos años hubo un importante aumento de la conciencia sobre el medioambiente y el punto de partida para lograr un cambio significativo, es cuestionar nuestra forma de consumo.
Las modificaciones posibles están a la vista, son ejemplos del consumo diario, es la elección de determinados alimentos y no otros, el uso de ciertos combustibles y no los contaminantes. Estos pequeños o grandes consumos cotidianos harán la diferencia en lo que implica el cambio de conductas de consumo.
No se puede prescindir de la ropa, está claro, pero puede adquirirse con absoluta inteligencia.
Anteriormente poco se hablaba respecto del alto efecto contaminante de la industria textil, la segunda en niveles de polución medioambiental, después de la industria del petróleo.
Son grandes cantidades de químicos los que se usan en la elaboración de la ropa, además delas emisiones de gases que generan las fábricas, procesos de tinturas altamente tóxicos. Todo este daño resulta en una factura muy alta, no solo a las personas que trabajan en esos lugares sino también al planeta. El planeta que se supone habitarán las generaciones futuras.
Para entender
El poliéster es la fibra más empleada en esta industria y una prenda fabricada con ella puede tardar 300 años en descomponerse. Así mismo, hay materiales artificiales que requieren de celulosa, extraída de unos 70 millones de árboles talados cada año. Por su parte el algodón, es una fibra natural que requiere altas cantidades de plaguicidas, incluso si es orgánico, la cantidad de agua que se usa para la producción de una prenda de vestir genera profundo daño al ambiente.
Ciertas soluciones
En los últimos años diferentes marcas empezaron a tomar medidas paliativas incorporando también Programas de Responsabilidad Social en todo sentido. Un granito de arena suma a un problema grande y serio, que no está resuelto y amerita lograr el balance con la naturaleza y la producción humana enseguida por el consumismo poco inteligente.
Entérate
Entre las fibras ecológicas más comunes se encuentran el algodón orgánico, seda, bambú, poliéster, pulpa de madera, cannabis, soya, cashmere, lino, alpaca, piña coco y maíz, los cuales la elaboración tiene un impacto mínimo en la naturaleza. Es común la racionalidad en el uso de los recursos.
Los Bio- textiles, son creados por medio de un cultivo de bacterias que se logran mediante la fermentación. Es un proceso bastante innovador ya que permite crear piezas que reaccionan al cuerpo humano y actúan en relación a la temperatura corporal.
El reto
Tomar verdadera consciencia, acceder a la información, conocer todo el sistema de moda ética, responsable con el medio ambiente, comercio justo y un sistema de moda sostenible, para accionar el cambio verdadero.
Demostrar un compromiso, tanto del productor como del consumidor, una conciencia del proceso, comprometidos con un estilo de vida ético, provocará un efecto a mayor escala posteriormente.
Es un compromiso a largo plazo hacia una nueva forma de producir y consumir, que requiere de un amplio cambio personal, social e institucional, pero es un compromiso accesible.