La Zwi Migdal fue una organización criminal que se sucedió en Argentina durante las tres primeras décadas del siglo XX. El mecanismo consistía en traer desde Polonia a Buenos Aires jóvenes mujeres judías, a las que se les prometía un futuro más próspero en América. En Argentina se casaban en sinagogas y eran enviadas sin demasiadas explicaciones a prostituirse a burdeles. A partir de la denuncia de Raquel Liberman, una de las esclavas sexuales traídas desde Europa, la Zwi Migdal fue desmantelada y sus organizadores enviados a prisión.
La dramaturga rosarina Patricia Suárez, investiga en varias de sus obras, los casos de inmigración –especialmente de mujeres- en los primeros años del 1900, y en más de una de sus obras, intenta narrar en forma ficcional, historias que denuncian el proceder de la trata de blancas con inmigrantes provenientes del viejo continente.
Salomón –Edgardo Sánchez Rossi- es un supuesto sobrino del director de la Zwi Migdal. Dice que vive en Flores y llega a Polonia con la intención de buscar a Edit, una joven a la solo conoce por fotos. Ahí debe negociar el precio y el encuentro con Pola –Sandra Velga Méndez- que es la encargada de seleccionar las jóvenes que son enviadas a la Argentina. Pero Edit –Ludmila Owen- no convence a Salomón, por lo que Pola le presenta a Ema –Camila Gómez Duval- por quién, supuestamente, el argentino, pretende como esposa.
Juego de manipulaciones y engaños, La indecencia, expone a dos personajes inteligentes que negocian por mujeres como si fueran objetos, manipulándolas no solo físicamente, sino también a niveles emocionales y sentimentales. Este serie de engaños es el primer eslabón de la red de tratas que funcionó en varias ciudades de Argentina, e incluso otros países del mundo entre 1906 y 1930. Salomón y Pola, no solamente intentan, en vano, hacerle creer, uno al otro, que tienen intenciones más benevolentes con las dos chicas, en pugna, sino que además someten a las jóvenes a humillaciones y más engaños emotivos.
Cada intérprete de la pieza contiene sus matices, todos los personajes muestran una doble cara –la versatilidad de los actores para exhibir esta faceta dicotómica es notable, así como sutil la imposición del acento polaco- y explota gracias a una puesta en escena que contiene lo mínimo y esencial con respecto a la escenografía, mueblería y vestuario, para trasladar al espectador a aquella década y contexto histórico.
“La nieve siempre es la misma”, dice Pola, para decir que aunque el lobo se vista de cordero sigue siendo un lobo. Esa afirmación también instala el debate sobre lo poco que ha cambiado la sociedad con respecto a aquellos tiempos. El origen puede ser distinto, pero el mecanismo sigue permaneciendo igual.
Oscar Cisterna apuesta por desnudar la oscuridad de sus personajes, de hacerlos tan atractivos como odiosos al mismo tiempo, provocando la reflexión acerca de los monstruos que vemos en la cotidianeidad y pese a su simpatía, no son más que fríos comerciantes que juegan con el alma de pobres inocentes.
EL MÉTODO KAIRÓS TEATRO El Salvador 4530 Domingo a las 18:00 hs.