Un viaje a Puerto Madryn implica una búsqueda de la naturaleza, de flora y fauna autóctona e invita a contactarse a través de todos los sentidos con las diferentes propuestas que ofrece este lugar tan ideal ubicado en la Provincia de Chubut.
Para hablar de atractivos, fácil es remitirse a uno de los primeros: visitar a las ballenas en el Doradillo, desde la Costa. En este paseo estos amigables cetáceos se pueden ver y sentir a pocos metros de la playa, el tip interesante para que la visita sea exitosa es averiguar en la Dirección de Turismo, los horarios de la marea alta.
Otra alternativa es el avistaje en embarcaciones, se realiza en Puerto Pirámides una hora en micro local a 100 km de Madryn. Hay seis empresas para realizar esta actividad de manera oficial. Según la temporada irán mas o menos pasajeros hasta alrededor de 50 en cada embarcación.
Al abandonar la costa se ven las primeras ballenas, algunas se acercan otras se alejan, pero siempre hay una conexión cercana que supera nuestra capacidad de fascinación. Gigantes cetáceos mirando a los humanos que disfrutan su presencia, saltando para mostrar su aleta, mostrando su hábitat. Este avistaje tiene una duración de una hora y media y durante el mismo también se pueden observar en el paisaje un ainteresante cantidad de lobos marinos posando para las fotos.
Cercano a la ciudad la reserva de Punta Loma, que está situada al sur de Puerto Madryn y sobre las costas del Golfo Nuevo por camino de ripio, se ofrece un recorrido para ver los lobos marinos y algunas aves autóctonas. Éste también es un lugar elegido para la práctica del buceo.
La Lobería está ubicada dentro de un área nacional protegida, se puede divisar los acantilados el mar, la colonia de lobos, nadar entre ellos y también ver diversas aves tales como petreles. El buceo es una atracción importante y ofrece opciones para principiantes e interacción con los lobos marinos que hacen que la experiencia sea inolvidable.
Madryn promete la posibilidad de conectarse con la naturaleza, de percibir la fauna, el paisaje, la tranquilidad y las ganas de volver a interactuar tan cerca de las ballenas, los lobos y los pingüinos.