El 13 de julio de 1942 Iréne Némirovsky es arrancada de su casa por gendarmes franceses iniciando un tortuoso viaje cuyo destino final es Auschwitz, donde será asesinada el 17 de agosto de ese mismo año. Entre las pocas cosas que deja a sus hijas, se encuentra una valija con documentos y fotos de la familia y, entre esos papeles, un cuaderno con la novela Suite Francesa inconclusa.
Escrita con una caligrafía minúscula para poder aprovechar al máximo el poco papel con el que contaban en épocas de racionamiento, Némirovskyse plantea una obra compuesta por cinco capítulos donde mostrar las conductas de los franceses durante la segunda guerra mundial, con refugiados a su alrededor y los alemanes invadiéndolo todo. El egoísmo en su máxima expresión es una de las características más destacadas por la autora, pero también los pequeños actos heroicos que algunos ciudadanos realizan, a pesar de ver su propia vida en peligro. El gran proyecto se ve truncado por la llegada de los gendarmes a su casa, y Suite Francesatermina siendo una obra inacabada de dos capítulos.
Escondido durante más de cincuenta años en la valija, Denise Epstein, la hija mayor de Némirovsky, no se atreve a leer el cuaderno de su madre, creyendo que se trata de un diario personal. Cuando decide entregar el cuaderno a un museo, toma coraje para leer sus páginas y se encuentra con una obra literariamente maravillosa, y humanamente escalofriante.
Rutas colmadas de refugiados, niños, mujeres y ancianos agotados y hambrientos; autos varados al costado de la ruta por falta de combustible llenos de muebles y enseres; burgueses asqueados por la presencia de los que menos tienen; prostitutas de lujo abandonadas por sus ricos amantes a su suerte; una pareja buscando a su hijo herido al comienzo de la guerra. Todos juntos escapando de ciudades bombardeadas y llegando a pueblos tomados por las tropas alemanas, que se sienten amos y señores de todo lo que los rodea.
En el 2014, el director Saul Dibb toma el segundo capítulo de la novela para llevar adelante una adaptación más acorde a los gustos de los espectadores que a la obra en sí misma. Debido a la complejidad de la obra, adaptar la novela de Iréne Nemirovsky a la pantalla grande no es una tarea sencilla, seguramente por esta razón se tomó sólo una de las historias que cuenta el libro para, a través de ella, contar parte de lo que fue la ocupación de Parispor parte de las tropas alemanas durante la Segunda Guerra Mundial y cómo esta ocupación derivó en el exilio interno hacia las poblaciones más pequeñas de los habitantes de la Ciudad Luz y los cambios en la cotidianeidad de los moradores que ven llegar tropeles de personas buscando asilo y a los alemanes instalándose cual dueños en sus casas y granjas.
La joven Lucile Angellier vive con su suegra, aguardando el regreso de su esposo, prisionero en Alemania. En su casa se instala el teniente Bruno Von Falk, soldado duro en su exterior, músico y compositor sensible en su interior. Compartiendo el dolor de estar solos y el gusto por la música, se sienten atraídos el uno por el otro, luchando contra este sentimiento, ya que no sería bien visto en ninguno de los dos bandos.
La película es de una producción excelente, la fotografía permite apreciar con detalle los espacios y los rostros de los actores, quienes, a través de muy buenas actuaciones, nos transmiten todo el dolor y el miedo que viven ante esta situación.
El manejo del sonido merece un párrafo aparte, los bombardeos del inicio de la película y el ingreso de las tropas alemanas al pequeño pueblo de Bussyllega a los espectadores como si hubiesen estado ahí y logran poner el cuerpo en alerta frente a una situación de terror.
Los actores logran levantar con un gran trabajo algunas escenas que resultan débiles e insulsas en su concepción. Michelle Williams y Matthias Schoenaertscomponen a la pareja principal, volviendo verosímil esta historia de amor complicada pero muy común en épocas de guerra. Kristin Scott Thomas, impecable como siempre, le da vida a la implacable señora Angelliere, suegra de Lucile. El resto del elenco, encabezado por Sam Riley, Ruth Wilson y Margot Robbie, dan el marco perfecto a esta historia.
Los lectores de Némirovskyse sentirán defraudados, la película no refleja la historia tal como la autora la plantea en la novela, agrega hechos que no están en el relato original y los protagonistas hacen cosas de otros personajes. Por otra parte, el final de la película nunca habría sido creado por la autora.
Los espectadores que vayan por la película en sí misma, podrán disfrutar de una obra bien armada, con muy buenas actuaciones y un gran trabajo técnico.