Misión Rescate narra la odisea de un astronauta de nombre Mark Watney - Matt Damon- quien, luego de una violenta tormenta de viento, es dado por muerto y seguidamente abandonado en el hostil planeta Marte por sus cinco compañeros de expedición. Este es el punto de partida de la historia de un náufrago, como pudo ser la del eterno Robinson Crusoe -el personaje literario creado por Daniel Defoe devenido en referente obligado desde la publicación de la novela en la Inglaterra de 1719--. Un Robinson, como lo era Chuck Noland - Tom Hanks- en Naúfrago de Robert Zemeckis, 2000, perdido en una isla desierta que en este caso tiene las dimensiones de un planeta. Mark deberá extremar sus recursos de supervivencia para aguardar un hipotético rescate.
El filme se basa en una novela titulada The martian escrita por Andy Weir. El marciano del título original es Mark, el terráqueo trasplantado fortuitamente a otro planeta al que debe conquistar para sobrevivir. Para conseguir su objetivo debe convertirse en El marciano y cumplir con diversos pasos como cosechar papas, racionar al máximo sus provisiones y fabricar agua. Al mismo tiempo, en la Tierra, los miembros de la NASA y de otras agencias internacionales espaciales intentan traer de regreso y a salvo al sufrido astronauta y, por si esto fuera poco, sus cinco compañeros, que ya han iniciado el regreso a casa, se encontrarán en otra disyuntiva ¿podemos volver sobre nuestros pasos?.
Con un gran sentido del espectáculo y tempo para esta historia de suspenso, Ridley Scott dirige uno de sus mejores filmes que, contando con una duración de 141 minutos, no aburre ni resulta tedioso. El apego a la ciencia lo acerca al cine clásico como La conquista del espacio -Conquest of space, 1955-, la excelente película sobre el primer viaje tripulado a Marte producida por George Pal y dirigida por Byron Haskin, o Destination Moon, 1950, producida por el mismo Pal y dirigida por Irving Pichel. Otro clásico que aparece en el subgénero de viajes accidentados al planeta rojo es Robinson Crusoe en Marte -Robinson Crusoe on Mars,1964, Byron Haskin-. Un acierto del guión escrito por Drew Goddard, basado en la novela ya citada, son los ingredientes humorísticos -a veces bastante negros- que matizan la soledad del protagonista. Lejos de quitarle seriedad a la totalidad, le agrega humanidad y una vitalidad de la que muchos de los estrenos actuales carecen. Incluye un acompañamiento musical que va desde David Bowie a Donna Summer y ABBA.
Acompañan en su desventura al desafortunado astronauta interpretado por Matt Damon, la comandante Melissa Lewis - Jessica Chastain- un personaje femenino fuerte, de armas tomar, quien al inicio lo da por muerto a Matt Damon, y Teddy Sanders - Jeff Daniels- el director de la NASA que no abandona nunca el protocolo. Completan el elenco Kristen Wiig, Sean Bean -atención a la divertida alusión a la trilogía de El señor de los anillos-, Kate Mara y Chiwetel Ejiofor.
Mención especial merece la tarea del director de fotografía Dariusz Wolski, fotografiando el Marte quizás más real de la historia del cine. Proviniendo del mundo de la publicidad, Ridley Scott conoce el poder de la imagen como tal, sabe vestir bien a su filme. Tráiganlo de vuelta, sano y salvo dicen algunos personajes, y también el público. ¿Lo lograrán?