Boca Juniors es más que un club -cita a la mítica frase del Barcelona FC-, Boca es una máquina de hacer dinero. Fiel a sus conceptos de Marketing que revolucionaron el modo de promocionarse de los clubes argentinos en la década del noventa, Boca continúa situandose un paso adelante de sus competidores. Ésta vez, fue a por la pantalla grande.
En incontables oportunidades hemos escuchado la frase ?historia de película? alrededor de los sucesos que fueron aconteciendo en la vida del Club Atlético Boca Juniors. Pero es responsabilidad del ghetto cinematográfico, en todo caso, entender el cliché idiomático como lo que no es, una realidad literal. La frases hechas son figurativas y, como en este caso, mejor dejarlas así.
Boca 3D: la película, centra su trama principal en los logros obtenidos por el club en sus pasos más gloriosos -la década del 70 con el Toto Lorenzo y el periodo histórico que comenzó con Bianchi en 1999 y terminó con Russo en 2007, Alfio Basile mediante-. Dicho esto, es lógico que el público Xeneize se sienta identificado recordando, de la mano de Barros Schelotto, Palermo, Tevez, Angel Clemente Rojas, Marzolini, Brindisi y otros, los hechos que hicieron a uno de los clubes más grandes de la Argentina.
La película, obviamente, apela al lado emocional del espectador, y es que no se encuentra en ella ni un ápice de intelectualidad. Una película mal catalogada como película, Boca 3D es un documental que, por si fuera poco, utiliza un recurso poco logrado de escenas actuadas que poca relación tiene con el carácter informativo del filme.
Un documental digno de un canal deportivo nacional con tintes de actuación agregadas con el objetivo buscado y forzado de transformarse en una película que encuentre, si es que lo hay, la benevolencia que dan la pasión y emoción por ciertos colores. Boca 3D no será recordada por su complicada trama ni calidad filmográfica pero sí estará, seguramente, en la repisa de todos y cada uno de los hinchas patológicos de la institución.
Además, Boca 3D es, supuestamente, una película 3D. Puede notarse a las claras que el filme cuenta con las mejores y más avanzadas tecnologías a la hora del rodaje, pero también que desaprovecha tremendamente esos recursos. En todo caso, no son suficientes tres tomas para definir como característica principal de un filme a la tercera dimensión.
La flamante película de Boca Juniors será, o no, un éxito de taquilla, pero es lo absurdo de la utilización de las herramientas más avanzadas de la cinematografía, sumado a la obvia falta de intelectualidad, lo que describe y destaca a este nuevo documental sobre los años más gloriosos de Boca y genera la pregunta obvia ¿no bastaba con un especial de televisión?