Terapia en Broadway, que también puede tomarse como un homenaje a las comedias blandas de los años 80, esas de puertas que se abren y cierran para introducir al público en situaciones donde el equívoco domina la escena, se disfruta en algunos momentos en los que alcanza a aggiornarse a las prédicas de la comedia moderna y en otros se estanca en la repetición de la fórmula.
A pesar de contar con un elenco sólido encabezado por Imogen Poots, Owen Wilson, Kathryn Hahn, Will Forte, Rhys Ifans, Jennifer Aniston, Austin Pendleton, Cybill Shepherd, Richard Lewis e Illeana Douglas, quienes no demoran en adaptarse al timing exigido por el director norteamericano.
Para quienes hayan tenido la oportunidad de ver el film Silencio se enreda -1992- del mismo director, estarán de acuerdo en que en esta oportunidad parece haberse quedado sin combustible a la hora de plantear la trama, que tiene como pivote a una aspirante a actriz -Imogen Potts- que para ganarse la vida se dedica a la prostitución vip, mientras un mujeriego productor teatral, en la piel de Owen Wilson, se enamora perdidamente de ella.
Los gags verbales, a la vez que físicos, ocupan el centro del relato y si bien el reparto mantiene el ritmo justo en los diálogos, existe cierto desequilibrio entre lo que propone el texto y lo que termina ocurriendo en pantalla. Tratándose de una película filmada por Peter Bogdanovich, Terapia en Broadway es una comedia de enredos con sabor a poco.