Las redes sociales se han caracterizado en estos últimos años por mostrar la realidad mucho antes de que los medios tradicionales puedan poner un enviado especial o pagarle a un corresponsal, para cubrir el hecho que se transformará en noticia en las tapas de los diarios o en los noticieros televisivos o radiales.
Las inundaciones, abusos sexuales, violencia de género, hechos policiales, denuncias por corrupción, todo esta grabado, registrado y divulgado por las redes sociales.
Sin mediaciones, la realidad llega cruda y sin editar, llega a la vista y oídos de los usuarios de la red de internautas.
Esta magnificación de los hechos, genera una sobredosis informativa, provoca reacciones individuales y colectivas. Las catástrofes naturales que ayer eran fenómenos locales, como las inundaciones, toman una escala mundial cuando vemos que en otras partes del planeta padecen lo mismo que nosotros, generando un efecto de pandemia. El planeta se esta sumergiendo, somos azotados por las fuerzas de la naturaleza por los excesos cometidos, la deforestación y los aerosoles que redujeron la capa de ozono.
Martín Barbero - filósofo, antropólogo, semiólogo español - en su obra Los medios a las mediaciones, supone que el mundo digital ha provocado la demolición de la hegemonía que poseía la ciudad letrada. Ciudad que sigue ignorando a millones de personas que en América latina y el mundo, esta constituida por tibus que se sostienen mediante la cultura oral, incluso en Argentina, aunque pasaran por una escuela que les enseña a leer y que les enseña a escribir, pero que no pudo desconstruir - termino acuñado por Jacques Derridà- su cultura ancestral para construir un nuevo modelo.
La cultura cotidiana es audiovisual y ese sentido el mundo digital nos mueve el piso. Provoca un caos que nos mueve de ciertas seguridades que teníamos, aquella que sostenía que para ser inteligente había que ser letrado.Los estudios sobre los consumos culturales, ponen a la red como uno de los que con más frecuencia los individuos se informan y conectan con la realidad. Nos conectamos con una realidad virtual y nos desconectamos de la real o la imaginaria - sueños o deseos a cumplir-.
Se ha constituido un nuevo ciudadano de la aldea global de una sociedad democrática, que propone respetar y exponer la diversidad ante la mirada de extraños. La digitalización de la cultura ha intentado disminuir o achicar la brecha entre los mas ricos y mas pobres. Una lucha contra la desigualdad, promoviendo la emancipación y el respeto por la diversidad.