Las denuncias fueron realizadas por el dirigente del Movimiento Cultural Patria Grande y coordinador del trabajo en las villas, Víctor Ramos, quien reconoció que el cambio comenzó cuando asumió Teresa Parodi en reemplazo de Jorge Coscia.
Desde ese momento la conducción del Ministerio de Cultura pasó a estar en manos de La Cámpora, a través de Franco Vitali -Subsecretario de Políticas Socioculturales y militante de la agrupación juvenil kirchnerista, La Cámpora-.
En tanto el trabajador Julio Zarza informó a los medios que se había articulado con el ministerio para que bajara la situación de violencia -en las villas- y los desplazaron a la mayoría por una cuestión política.
Ramos, fundador del Inadi, acusa a Vitaliy a Parodide tomar una actitud discriminatoria y persecutoria por despedir a 100 trabajadores que estaban trabajando en los talleres culturales que se venían desarrollando en las villas, y los reemplazó por estudiantes de la clase media de Capital y Buenos Aires.
Las denuncias se suman a las quejas de los vecinos que quieren acceder a las entradas para los recitales en el Centro Cultural Néstor Kirchner que siempre están agotadas, 3 horas antes o más, que son entregadas en forma arbitraria a militantes o amigos.
No se ven pobres en las filas del centro cultural del modelo nacional y popular, solo la clase media y los militantes.