Luego del ajustado triunfo en el ballotage, los ejes centrales del discurso PRO anti estatista cambiaron de rumbo sorprendiendo a propios y extraños, defendiendo la estatización de Aerolíneas Argentinas, de YPF, la jubilación de reparto y la Asignación Universal por Hijo, banderas que consolidaron las políticas kirchneristas.
Macritratando de seducir y acercarse al electorado popular y de centro izquierda, ha cambiado su discurso confundiendo al núcleo duro de votantes, que como quedó demostrado en esta segunda vuelta esta concentrado en la zona norte de Capital Federal, donde habita la clase alta de la sociedad porteña.
Tanto a convulsionado el discurso populista del PRO,que el precandidato presidencial por el Frente para la Victoria, Daniel Scioli le tuvo que recordar a sus seguidores y al público en general que el líder del PRO quería pagarles a los fondos buitre y que sus legisladores votaron siempre en contra de las estatizaciones.
El domingo por la noche, luego del triunfo de Horacio Rodríguez Larreta en la Ciudad de Buenos Aires, Macri como líder del PRO, tomó la palabra y sorprendió con un discurso en el que levantó algunas de las banderas históricas del Frente para la Victoria del 2003 al 2010.
Tal vez como precandidato presidencial deba ajustar su modelo, a las preferencias del electorado del interior del país, que desconfían del porteño desde la institucionalización del Virreynato del Rio de la Plata y más aún si se trata de un empresario millonario.
El costo de esta metamorfosis política lo puede alejar de quienes forjaron y cuidaron su imagen en la opinión pública, desde los medios de comunicación hegemónicos.
Ese círculo rojo, cuya red está integrada por encumbrados periodistas, analistas y empresarios que aspiran mediante el advenimiento de Macri al poder, imponer las políticas neoliberales que beneficiaron a unos pocos en la década del 90 al 2000.