Hace unos minutos se llegó al tiempo límite durante el cual debería reembolsar mil quinientos millones de dólares al Fondo Monetario Internacional -FMI-, tal cual lo marcaba su calendario de pagos para el 2015.
Con el incumpliento del pago al FMI se considera oficialmente que Grecia se encuentra en Default.
Sin embargo el FMI, a pedido de algún miembro, puede solicitar una postergación del plazo para el vencimiento del compromiso griego, solo se ha escuchado silencio tras los muros de la institución rectora del monetarismo internacional.
Si bien la noticia pegará con fuerza en los mercados, los operadores más informados ya daban por descontada la noticia; sobre todo luego de lanzado el feriado bancario que Atenas impuso para esta semana en toda Grecia.
Mañana los ministros de finanzas de la Unión Europea se reunirán en Paris para tratar de encontrar un plan de escape a la crisis que otra vez envuelve al Euro y amenaza con avanzar hacia países con economías muy débiles como España y Portugal.
La salida de Grecia del default será un tema complicado, el domingo se celebrará un referendo con el fin de buscar el apoyo democrático de las durísimas medidas solicitadas al gobierno, o una salida de la Unión Europea que sentará uno de los precedentes más sorprendentes del nuevo orden mundial.