El primer tema de la noche fue Chacarera del 55 y La Vieja, El tiempo fue esculpiendo nuestra sensibilidad, explicó el guitarrista tucumano en el prólogo de la grabación que repaso sus obras anteriores. La apertura de la lista de canciones tuvo como estandarte a la Zamba del laurel -Gustavo Leguizamón y Armando Tejada Gómez-, en versión instrumental, Con los años uno elige tocar más lento así que es una noche con muchas zambas, comento Falú. En el esquema del dúo, Moguilevsky, con diferentes sonoridades, asumió la parte melódica permitiendo al tucumano la improvisación del arreglo en vivo o mayor libertad para la progresión armónica, con el pulso rítmico oculto o apareciendo en forma flexible para resaltar las otras dimensiones de la música. Así se fueron sucediéndose las canciones, por caso siguiente, la Zamba de Argamonte, Si llega a ser tucumana, el tango Nada, la chacarera La cruzadita o la vidala Imposible, más alguna canción cantada como la huella De ida y vuelta, de Roberto Yacomuzzi y Lalo Molina. n la sección de bises el dúo entregó una versión instrumental de la Zamba del Arribeño -Néstor Soria-Juan Falú-, acaso con el pulso moroso que mejor calza en el estilo del guitarrista tucumano, que tiene su versión cantada por Liliana Herrero.
El espacio Tucumán queda en Suipacha 40 la entrada cuesta 80 pesos.