En una era donde la burocracia forma parte de todas las profesiones, las discusiones por el copyright y el copyleft han generado múltiples conflictos legales, especialmente en el mundo de la música, pero también en el del teatro.
Rat es una metáfora acerca de la creatividad en el universo escénico. Un soberbio director se enfrenta al estreno de un espectáculo, cuyo único actor se transforma en rata, durante el desarrollo de la obra. Sin embargo, en medio de una gran tormenta y frente a un ensayo pesadillesco, actor y director se enfrentan por la creatividad del mismo. Por un lado, el intérprete intenta en vano comprender y hacerse cargo de la obra, por otro el realizador no deja de hacer cambios.
Dicho conflicto va in crescendo al tiempo que extraños sonidos interrumpen el ensayo, que es pivoteado por un asistente con poca paciencia y que no aparenta tener demasiado interés en la obra que se está preparando.
Sátira o farsa acerca del universo del teatro, Rat interpela y hace partícipe al espectador. Si bien la cuarta pared nunca se rompe, el espacio es completamente diegético. El diseño de sonido es fundamental para provocar un clima de misterio y suspenso, acentuado por la meticulosa puesta lumínica, que incrementa con claroscuros la sensación de vigilancia.
Rat es una obra que se pone más extraña a medida que avanza el texto. Entre la tensión dentro del escenario y la que se genera fuera de campo, es imposible que el espectador pueda adivinar lo que va a suceder en el próximo minuto.
Sin embargo, cada absurdo giro narrativo, por más ridículo que parezca, termina teniendo mucho sentido en la diégesis de la obra, que apunta a criticar el sistema burocrático mencionado previamente.
Con sutileza, humor y poética, Rat desnuda la hipocresía de la comunidad artística, incluido el divismo y la guerra de egos entre los diversos hacedores, pero también denuncia, cómo forma la política se mezcla con el ambiente artístico, provocando la muerte anunciada de la creatividad.
Ingeniosa y creativa, Rat es fluida, tiene notables actuaciones, especialmente de Juan Isola y Nicolás Deppetre, que presenta numerosos guiños para los aficionados al teatro off y para todos aquellos que intentan llevar adelante un espectáculo independiente.