El cine y la televisión se han nutrido a lo largo de los años de la literatura. Con mayor o menor suerte y calidad, grandes clásicos o tremendos desconocidos han pasado a la pantalla para placer, o fastidio, de las audiencias.
Hoy podemos decir, sin temor a exagerar, que el mundo está pendiente de lo que ocurrirá el domingo 14 de junio de 2015 en la pantalla de HBO : el final de la quinta temporada de Game of Thrones - # GoT para los fanáticos -.
Game of Thrones, basada en la monumental -e inconclusa- obra Canciones de Hielo y Fuego del escritor norteamericano George R. R. Martin, se ha vuelto, al igual que la novela, en un objeto de culto. Sus fanáticos se disfrazan como sus personajes favoritos, toman sus nombres como apodos e incluso se tatúan los símbolos de las distintas casas: Targaryen, Stark, Greyjoy, Baratheon, Tully, Lannister y Arryn, y luchan cabeza a cabeza acumulando miembros del otro lado de la pantalla.
Pero, ¿qué tiene # GoTque genera esta pasión entre sus seguidores? En primer lugar, es una historia mágica, con estética medieval, ambientada en una tierra imaginaria, con todos los elementos que hacen de este territorio un lugar soñado -en la mayoría de los casos es el escenario ideal de las pesadillas- incluyendo dragones salvadores de jóvenes reinas en peligro.
La lucha por el poder, eterna en la historia de la humanidad, se condimenta con odios y amores entre hermanos, familias y desconocidos. Al momento de cortar cabezas para conseguir sentarse en el Trono de Hierro y dominar los Siete Reinos, el ADN en común no tiene ningún valor.
Como se menciona en un párrafo anterior, la novela #GoT aún no se encuentra terminada, faltan todavía, según su autor, dos tomos más. Esto marca una peculiaridad más de las tantas que caracterizan a Game of Thrones: la próxima temporada, la cual ya está siendo filmada, está basada en el tomo seis de la saga. Tomo que aún no fue publicado, e incluso Martinno terminó de escribir. Si bien el autor dio a los escritores del guión pautas para llevar adelante la historia, la sexta temporada tiene mucho de la imaginación de David Benioff y D.B. Weiss -guionistas principales de la serie- y podría no reflejarse lo que ocurre en la novela a la hora de leerla, incluso morir personajes que George R. R. Martin decidió que continúen, o mantener con vida a alguien que el autor mata en las primeras páginas.
Otro elemento muy atractivo en Game of Thrones es la complejidad en la construcción de los personajes. Con claroscuros y secretos inconfesables, no hay buenos y malos. Todos pueden mostrar en cualquier momento su peor cara o volverse un buen samaritano. Todo depende de las circunstancias.
Niños y adultos tienen claro su objetivo desde el inicio de sus vidas: llegar al trono. Algunos personalmente, otros a través de alguno de los tantos que se consideran herederos. Matar y morir es sólo una forma más de llegar al poder. Y la muerte puede alcanzar a cualquiera, no hay personajes inmunes en Game of Thrones, como ocurre en toda serie donde sabemos que el protagonista llegará victorioso al final.
Cada capítulo, pero sobre todo el último capítulo de la quinta temporada Mothers Mercy, genera mucha expectativa ya que no estamos viendo el camino hacia un final que conocemos de antemano, por el contrario, cualquier cosa puede ocurrir. Incluso algo que ni siquiera George R. R. Martin puede haber imaginado.