La iniciativa Menos Sal Más Vida de la cartera sanitaria nacional permitió evitar más de 4.000 decesos al año por infartos, accidentes cerebro vasculares -ACV- y enfermedades renales, así como unos 40.000 eventos de este tipo de enfermedades discapacitantes.
Desde 2011, y en el marco de la campaña Menos Sal Más Vida de la cartera sanitaria nacional, el consumo diario de sal entre los argentinos descendió dos gramos, una política pública que según estimaciones oficiales permitió evitar más de 4.000 decesos al año por infartos, accidentes cerebro vasculares -ACV- y enfermedades renales, así como unos 40.000 eventos de este tipo de enfermedades discapacitantes.
Desde el Ministerio de Salud de la Nación se firmó con directivos de las cadenas de supermercados Carrefour, Jumbo, La Anónima y Libertad, la adhesión de esas firmas a un convenio marco que las compromete reducir en un 25% del contenido de sodio en la elaboración de panes artesanales.
Por cada gramo de sal que se reduce en el consumo se evita cada año la muerte de 2.000 personas por enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares y también 20.000 eventos de esas enfermedades que dejan serias secuelas de por vida.
Con la implementación del programa Menos sal más vida, el consumo diario de sal se redujo en dos gramos lo que responde a la articulación de diferentes estrategias: concientización, regulación y reducción del contenido de sodio en los alimentos procesados por la industria.
Casi el 70% de la sal ingerida proviene de los alimentos procesados y dentro de éstos el pan es el que mayor peso tiene en la dieta de los argentinos, lo cual marca la importancia de este convenio con grandes cadenas de supermercados. Argentina está lejos de la meta de 5 gramos por persona recomendada por La Organización Mundial de la Salud -OMS- pero se lograron importantes avances.
De acuerdo a la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo -ENFR-, entre 2009 y 2013 se redujo en un 31,6% la cantidad de personas que siempre o casi siempre agrega sal a las comidas luego de su cocción o al sentarse a la mesa. Asimismo, se ha registrado una caída de entre el 6 y el 9% anual en las ventas de sal de mesa, mientras que se incrementan las de sales sin sodio o con bajo contenido. Los supermercados tienen un poder de comunicación social importante y, según el compromiso asumido por los empresarios, van a ayudar en este camino hacia la reducción del consumo de sal, un factor determinante en salud pública. los convenios de reducción gradual del contenido de sal en productos alimenticios en el marco de la ley 26.905.
Entre 2011 y 2014 se firmaron 42 convenios con otras tantas empresas y/o cámaras empresariales para la reducción del contenido de sodio que involucra a 532 productos alimenticios de consumo masivo, de los cuales 115 son cárnicos y sus derivados, 269 farináceos, 78 sopas, aderezos y conservas y 70 lácteos.Carrefour, Jumbo, La Anónima, Libertad, firmaron el compromiso en la reducción de sal y Wal-Mart y Coto están en vías de firmar su adhesión a este convenio marco.
En la cadena Jumbo se trabajó desde junio pasado en la reducción del 10% de la sal en los panes artesanales, luego del 15 y en este momento se encuentran casi en el 20%, logrando adecuarse al valor que indica la ley en los panes que llegan de manera masiva al cliente. Directivos de la entidad indican que lograron la propuesta de que la gente se acostumbre gradualmente a consumir menos para que luego sea hábito.
Carrefour por su parte, logró reducir el consumo de sodio luego de pruebas sobre el sabor que se llevaron a cabo reduciendo progresivamente la cantidad de sal hasta la cantidad regulada y señalaron que no se percibe una diferencia sustancial del sabor.