Uno de los políticos que más trabajó durante Proceso de Reorganización Nacional -1976-1983-, fue Raúl Alfonsín, quien participó en la fundación de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos -APDH- y puso gratuitamente su servicio de abogado para presentar hábeas corpus por los detenidos-desaparecidos.
Además realizó viajes por América Latina, Estados Unidos, Asia, la Unión Soviética y Europa, donde se reunió con dirigentes de la Internacional Socialista -IS-, denunciando la masiva violación de derechos humanos que se estaba produciendo en nuestro país.
La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos -APDH- fue la primera asociación creada en Argentina para recibir las denuncias sobre las violaciones sistemáticas de los derechos humanos perpetradas por la Alianza Anticomunista Argentina -Triple A-. La primera reunión de la APDH, se efectuó en diciembre de 1975, en la Casa de Ejercicios Espirituales que dependía de la Iglesia de la Santa Cruz.
La convocatoria la realizaron Rosa Pantaleón y Raúl Alfonsín, pero además asistieron el obispo de Neuquén Don Jaime de Nevares, el rabino Marshall Meyer, el obispo Carlos Gatinoni, la doctora Alicia Moreau de Justo, Oscar Alende, Susana Pérez Gallart, Adolfo Pérez Esquivel y Alfredo Bravo.
La asamblea trabajó en silencio en defensa de los derechos humanos, apoyó el trabajo de la CONADEP y luchó contra la impunidad de los crímenes de lesa humanidad cometidos durante el último proceso militar . Como presidente, Alfonsín fue responsable del juicio a las Juntas militares. Ya en 1976 había fundado y dirigido la revista Propuesta y Control, una de las escasas revistas políticas opositoras en aquellos primeros años del gobierno militar.
La campaña electoral de Alfonsín significo el advenimiento de la videopolítica en la Argentina. Los publicistas David Ratto y Gabriel Dreyfus renovaron los canales de la comunicación política en Argentina. Ocho meses antes de la elección, Alfonsín contrató a los publicistas para dirigir su campaña. Por entonces los partidos políticos argentinos solían restar importancia a la publicidad como método para lograr adhesión electoral y solía ser realizada por los propios dirigentes políticos.
El equipo publicitario decidió personalizar la campaña, centrándola en la imagen del candidato y destacando sus cualidades naturales. Varios lemas tuvieron impacto masivo, como la frase ?Ahora Alfonsín?, o la imagen de un escudo con los colores de la bandera argentina y las iniciales RA, correspondientes tanto a Raúl Alfonsín como a República Argentina.
Esto fue hace 31 años y por suerte podemos contarlo en democracia, una suerte que algunos no valoran, y que costó mucho sostenerla, Salud.